El Tribunal Oral Federal de Paraná condenó a tres años de prisión condicional a un comerciante oriundo de Chajarí pero residente en Posadas, por haber trasladado 500 kilos de Gelamon V.F. 65% sin autorización. La jueza Noemí Berros, que presidió el debate, además dispuso el decomiso de la camioneta Toyota Hilux en la que viajaba y del cargamento de alto poder, y ordenó que continúe la investigación para determinar el destino final de los explosivos.
El hecho ocurrió el 12 de junio de 2024, cuando el condentado fue detenido en un control de la Policía de Entre Ríos en Cerrito, sobre la ruta nacional 12. En ese momento intentó justificar la carga diciendo que transportaba agroquímicos, pero al revisar la camioneta los efectivos encontraron 20 cajas con panes de explosivo que sumaban media tonelada. El material había sido adquirido en una firma cordobesa, abastecida por Fabricaciones Militares, aunque el comerciante carecía de permisos o habilitaciones para su traslado.

El caso tomó notoriedad nacional porque cruzó con los explosivos el Túnel Subfluvial que une Paraná y Santa Fe, lo que representó un riesgo extremo para la seguridad. De hecho, testigos especializados en explosivos declararon durante el juicio que, en caso de un accidente con derrame de combustible, las consecuencias hubieran sido “gravísimas tanto para el viaducto como para la vida humana”.
Durante el proceso judicial, el implicado reconoció haber cometido una imprudencia, pero buscó minimizar los riesgos. Explicó que su decisión de trasladar la carga en esas condiciones respondió a la falta de certificaciones por parte de su cliente, una empresa constructora, y a su intención de evitar costos de transporte. Señaló que durante casi 40 años trabajó con la firma y que confió en que la situación se resolvería sin consecuencias.
(Con información de Fuente Digital)






