La industria metalúrgica argentina está atravesando un momento crítico, fuertemente afectada por la recesión económica que impacta en el consumo, la inversión y la producción que, según los datos de la Asociación de Industriales Metalúrgicos de la República Argentina (ADIMRA), se mantiene estancada (15%), por debajo de los niveles históricos más altos, al tiempo que el uso de la capacidad instalada continúa en descenso (45,2%). En Misiones, el panorama presenta particularidades, ya que algunas ramas del sector logran mantenerse a flote debido a su vinculación con sectores productivos clave como el agro y la forestoindustria.
Contexto adverso
La crisis económica golpea al sector metalúrgico en todo el país. La imprevisibilidad del mercado cambiario afecta directamente a las empresas, ya que las materias primas, como el acero y otros metales están dolarizados. Esta situación dificulta la planificación a largo plazo y la concreción de proyectos.

En ese sentido, los datos de ADIMRA indican que la actividad industrial sufrió una caída significativa en los últimos meses. Las pequeñas y medianas empresas son las vulneradas, ya que no cuentan con el capital suficiente para hacer frentes a los altos costos y la incertidumbre.
A nivel local
En ese escenario, Marcelo Bruno, tesorero de la Cámara de Industriales Metalúrgicos de Misiones de Misiones (CAMIM), dialogó con PRIMERA EDICIÓN y confirmó que la actividad metalúrgica en la provincia cayó 5% entre julio y agosto. Explicó que la coyuntura preelectoral “está afectando significativamente la confirmación de trabajos importantes”, ya que estos proyectos exceden los noventa días para su finalización y la incertidumbre sobre el valor del dólar impide establecer precios.
La preocupación en las empresas es palpable. Bruno estimó que la caída en la actividad afecta en todas las escalas, pero destacó el esfuerzo de las empresas por soportar la coyuntura. “Todas buscan mantener a sus operarios pese a la baja de trabajo”, aseguró.
Para muchos de los industriales de Misiones, la crisis actual es una más. Bruno recordó que “este tipo de situaciones para muchos de nosotros se viene repitiendo cíclicamente desde hace más de treinta años”. “Por ello -agregó-, debemos esperar a que el ruido pare y se perciba un panorama claro de hacia dónde va la economía”.
A pesar de las dificultados, el tesorero de la CAMIM también expresó un moderado optimismo en relación a la reciente aprobación en la provincia del Régimen de Incentivo a las Grandes Inversiones (RIGI), una medida que podría impulsar el desarrollo de proyectos significativos y ofrecer nuevas oportunidades para la industria: “Nuestra actividad se ve reducida a la actividad regional, dentro de esto es positivo que la provincia haya refrendado el RIGI para que se puedan desarrollar inversiones importantes y tener alternativas de desarrollo”, concluyó.
Rol de soporte
Por su parte, la presidenta de la CAMIM, Silvia González, también fue entrevistada por este Diario y observó una situación dispar dentro de la provincia: “La verdad que la actividad local es bastante variada. Tenemos, por ejemplo, en la zona centro, metalúrgicas que hacen soporte a la agroindustria, están trabajando bien”. La clave, según dio a entender, es la estrecha relación con sectores que, pese a todo, se mantienen activos.
En ese sentido, González destacó la importancia de las metalúrgicas locales para otros sectores: “En la medida que la otra industria funcione, nosotros estamos ahí para hacer de soporte”, indicó. Finalmente destacó el perfil exportador del rubro a países como Estados Unidos, Ecuador y Kenia. “Esto demuestra que la diversificación y la apertura a mercados externos pueden ser una vía de escape a la crisis interna”, se esperanzó.







