En una tarea silenciosa que ya lleva cinco años en la provincia, la Fundación Protestante Hora de Obrar dio un nuevo paso en su misión de reforestar con árboles nativos distintas áreas de la provincia, en especial bordes de arroyos erosionados como así también aquellos afectados por incendios o mal uso del suelo. La última intervención fue en la comunidad mbya guaraní, Tekoá Mirí, ubicada en el municipio de Capioví donde se plantaron doscientos árboles nativos.
El coordinador de la Fundación Hora de Obrar, Romario Dohmann, explicó a PRIMERA EDICIÓN que “en esta oportunidad coordinamos acciones para llegar hasta esta comunidad que está situada a orillas del río Paraná, en la zona conocida como Oro Verde, en Capioví. Allí viven más de treinta familias mbya guaraníes, quienes desde hace más de quince años cuentan con el acompañamiento del Instituto Superior del Profesorado en Ciencias Agrarias y Protección Ambiental de Capioví (PROCAyPA)”.
Agregó que “la acción consistió en la plantación de doscientos árboles nativos frutales, utilizando el espacio de una hectárea de yerba mate, todo en el marco de un proyecto que combina saberes comunitarios con formación académica y extensión universitaria”.
La actividad en esta oportunidad también contó con la participación de la comunidad, estudiantes del profesorado, “tuvimos el apoyo técnico del INTA de Puerto Rico, de la Municipalidad de Capioví, del Instituto Línea Cuchilla, que fue quien donó los ejemplares y de Hora de Obrar”, indicó Dohmann, quien aseguró que “la plantación de árboles nativos, sin dudas fortalece la resiliencia climática en Misiones”.
Experiencia previa
Los árboles plantados recientemente “forman parte también del programa Crece Selva Misionera de la Fundación Protestante Hora de Obrar, que desde 2020 impulsa la reforestación en bordes de arroyos, áreas afectadas por incendios y especialmente, la promoción de sistemas agroforestales. El objetivo es claro: construir resiliencia climática en territorios productivos y comunitarios”, remarcó. Dohmann es un activo participante de jornadas sobre el Cambio Climático realizadas en diferentes países desde hace varios años y trabaja para generar conciencia con acciones directas en la provincia.
“La jornada no fue solamente de plantación, sino también de aprendizaje y capacitación práctica. Desde hace meses este espacio productivo viene incorporando buenas prácticas de manejo agroecológico, como la realización de curvas de nivel para la plantación de yerba mate, con el objetivo de reducir la erosión provocada por las lluvias y conservar la fertilidad del suelo”, indicó.
Los integrantes de la comunidad Tekoá Mirí tuvieron una activa participación en todo el proceso de plantación, sumando técnicas de conservación.
La integración de árboles nativos al sistema productivo “busca adaptar los cultivos a los nuevos escenarios climáticos, marcados por el aumento de las temperaturas y la amenaza de sequías más prolongadas”, manifestó Dohmann.
Entre las variedades de árboles plantados en esta ocasión se pueden mencionar a cerella, ubajay, guayaba, guabira, aguai, guaviyu, pitanga, ibaporoití y jaboticaba. “No solo aportan fijación de carbono y biodiversidad sino que también enriquecen la alimentación de la fauna silvestre y de las familias de la comunidad con frutas nativas. Esta propuesta agroforestal se enmarca en un modelo de producción que apunta a la resiliencia climática y a la soberanía alimentaria, mediante la incorporación futura de cultivos anuales como mandioca y maíces criollos”.





