El sonido de la naranja sobre el parqué es el soundtrack de las tardes en el gimnasio del Instituto Inmaculada de Posadas. Allí practican básquet niñas del Club Luz y Fuerza, que entrenan con el objetivo de ser el futuro del deporte de la pelota naranja en la provincia. De la mano de un histórico del básquet misionero como Roque Falero, se forman como jugadores y como personas. “El objetivo es que estas chicas tengan el camino más fácil de quienes las precedieron”, dijo Falero en una charla con EL DEPORTIVO.
El U13 y U15 femenino de Luz y Fuerza entrena lunes, miércoles y viernes de 18 a 19 y la U13 y U15 masculina lo hace de 19 a 20 en el mismo escenario. Los martes, jueves y sábado por la mañana es el turno del mini básquet, que va desde los 8 a los 11 años.
En la provincia de Ernesto “Finito” Gehrmann, el semillero del básquet misionero se entrena bajo las indicaciones de Falero que tiene como “monitor” -como se conoce en la jerga del básquet al ayudante técnico- a Gonzalo Santa Cruz, base del equipo de Tokio que arrancó su participación en el Pre Federal de la Liga Provincial de Básquet.
“Es un desafío importante”, dijo Falero en relación a lo que significa trabajar con el semillero del básquet misionero. “Yo arranqué en Mitre en 1988 y ahora me sumé a las inferiores de Luz y Fuerza con Gonzalo que es mi nexo con los chicos y chicas”, remarcó a EL DEPOR quien formó parte del proyecto de Luz y Fuerza en la Liga Nacional, por los noventa.
“Roque me ofreció venir y me enganché. Me gustó el club, los padres, los chicos, se nota que está en crecimiento, lo que me motivó y acá estamos”, dijo Gonzalo sobre su llegada como ayudante de Roque. Gonzalo es base de Tokio, juega al básquet desde los seis años -ahora tiene 26- y fue monitor en Tokio y en CAPRI hasta que se sumó a Luz y Fuerza.
“En esta categoría somos formadores de personas primero y de jugadores después. Eso nos interesa mucho, que el grupo sea unido”, remarcó el entrenador. “Les transmitimos que lo que quieran ganar se gana en entrenamiento. Para que salgan las cosas bien hay que trabajar, siendo humilde y respetuosos con su compañero y con el rival. Que trabajando es la única manera de lograr lo que se quiere”, indicó Gonzalo.
En abril cuando Falero y Santa Cruz arrancaron con las prácticas, el equipo femenino tenía 15 jugadoras y hoy son alrededor de 30; en el caso de los varones iniciaron menos de cinco y hoy están cerca de los 40. “Queremos que sean mucho más, pero mirando atrás avanzamos mucho. Tenemos que fomentar este tipo de espacios de formación porque necesitamos contener a los chicos y que vuelvan a los clubes. Lo estamos consiguiendo, porque tenemos chicos que vienen desde temprano aunque no sea su turno y se quedan hasta que sus mamás nos mandan mensaje de que es hora que vuelvan”, dijo Roque entre risas.
“Desde que llegamos ya crecimos muchísimo”, agregó Gonzalo. “Vienen muy bien, avanzando mucho. La verdad que veo mucho proyecto a futuro acá”, insistió.
Las chicas de Luz y Fuerza disputan el Torneo Provincial de la categoría y hace poco arrancó el certamen de la Asociación Posadeña. “Paralelo a eso hacemos encuentros para que los chicos vayan teniendo rodaje. Tratamos de manejarnos no por torneos sino por cantidad de partidos en el año que es lo que nos importa. El año que viene queremos pasar esa cantidad y sumar una mayor cantidad de partidos”, indicó el entrenador.
Luz y Fuerza compite con equipos de Puerto Iguazú, Eldorado, Oberá más los posadeños. Son alrededor de diez equipos. Además de aquellos que no están federados con quienes disputan amistosos.
“El deporte está creciendo, se están armando torneos y lo importante acá es sumar chicos, opciones en las localidades donde no hay básquet. Tenemos que armar una plataforma muy fuerte como para que ésto vaya creciendo”, remarcó Falero.
“Es super importante tener formativas. Tenemos que tomar como ejemplo lo que sucede en Corrientes o Entre Ríos donde tienen a un montón de equipos jugando. Ojalá algún día podamos igualarlos un poco porque aún en este contexto Misiones siempre compite a nivel nacional, imaginemos qué pasaría si nuestro básquet sigue creciendo y apostando. Yo creo que hay con qué”, cerró Gonzalo.





