Carina, madre de la menor de 12 años rescatada en Chacabuco tras ser raptada por un hombre oriundo de Misiones que simulaba ser policía bonaerense, relató este viernes su experiencia en una entrevista televisiva. La mujer aseguró que su hija fue víctima de grooming y que, desde el reencuentro, notó un cambio profundo en su comportamiento.
“Mi hija siempre fue educada y nunca me faltó el respeto: me la cambiaron”, expresó con dolor en diálogo con LN+, al describir la reacción de la menor después de ser rescatada. Según contó, la situación salió a la luz gracias a que otra de sus hijas detectó conversaciones sospechosas en el celular de Jazmín con un adulto que se hacía pasar por un joven de su misma edad.
Carina explicó que, al inicio, no sospechaban la magnitud del peligro. “Un día mi otra hija la vio con el teléfono y le preguntó con quién hablaba. Jazmín le dijo que con un amigo. Pero había algo raro y no le creímos. Era una persona desconocida para ella y para todos nosotros”, relató.
La denuncia por la desaparición, realizada en Junín, permitió activar el protocolo de búsqueda y revisar las cámaras de seguridad, que mostraron a la menor subiéndose a un auto con un hombre uniformado. Con esas imágenes, la Policía siguió el recorrido hasta Chacabuco, donde ambos descendieron para abordar un tren de la línea San Martín.
En un operativo cerrojo, agentes interceptaron la formación y detuvieron al acusado en el vagón 502, rescatando a la niña. El hombre vestía una campera con insignias policiales y llevaba dos teléfonos celulares, además de documentación personal.
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Carina también recordó el momento en que vio al detenido en la comisaría. “El abusador me dijo ‘hola doña, ¿todo bien?’ con una familiaridad como si nos conociéramos, y yo quería pegarle. Tampoco me dejaron sacarle una foto”, señaló. Sobre el reencuentro con su hija, añadió: “Ella estaba mal. Me agredió y me pedía que por favor la entienda”.
Durante la misma transmisión, la psicóloga y especialista en grooming Karina Spinelli destacó que la familia actuó correctamente al prestar atención a cambios de conducta vinculados al uso del celular. “Esos suelen ser los principales indicios de que algo está pasando”, afirmó.
Spinelli advirtió que este tipo de delitos ha cambiado su modalidad. “Antes eran encuentros presenciales del abusador con su víctima. Ahora se dan camuflándose”, indicó, y remarcó la importancia de observar cómo los menores se vinculan con la tecnología.
Finalmente, alertó sobre el impacto de este fenómeno: “Como se da en el ámbito virtual, muchos creen que no existe, pero para las psiquis de los más chicos es súper real. El grooming es la pandemia que se viene”.
(Fuente: La Nación)






