Las ventas minoristas de las pequeñas y medianas empresas cayeron 6,7% en junio en comparación con mayo, y registraron una baja del 0,5% interanual a precios constantes, según el relevamiento mensual de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME). Aun así, el semestre cerró con una suba acumulada del 9,1% respecto al mismo período del año pasado, que había tenido una caída del 17,2%.
El informe refleja un escenario de inestabilidad en la demanda, aumento de costos operativos y menor circulación de personas, lo que llevó a muchos comercios a aplicar promociones agresivas, ofertas en efectivo y financiación con tarjetas como estrategias de contención.
Cinco de los siete rubros relevados mostraron subas interanuales, aunque de manera desigual. “Alimentos y bebidas” lideró con un alza del 7,4%, seguido por “Farmacia”, “Ferretería” y “Perfumería”. Sin embargo, “Calzado y marroquinería” y “Bazar, decoración y muebles” continuaron en baja, con descensos del 5,2% y 5,7% respectivamente.
El repunte por el Día del Padre y el cobro del aguinaldo ayudó a mejorar puntualmente algunas categorías, pero no fue suficiente para modificar una tendencia general de fragilidad del consumo, especialmente en rubros que no forman parte del gasto esencial.
Entre los factores más señalados por los comercios, se destacan la caída del poder adquisitivo, la competencia informal, la falta de herramientas de financiamiento y las altas cargas impositivas. En muchos casos, el uso de redes sociales y la venta online con entrega a domicilio funcionaron como paliativos, aunque sin generar una recuperación sostenida.
A pesar del contexto, el 50% de los comerciantes encuestados cree que la situación de su negocio mejorará en los próximos doce meses, mientras que solo un 7,8% anticipa un escenario peor. Este dato convive con una realidad compleja: el 27,5% de los comercios afirmó que su situación empeoró respecto al año pasado, y el 58,3% dijo que se mantiene igual.
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