El Concejo Deliberante de Puerto Piray rechazó el Balance General 2024 enviado por el Ejecutivo municipal, encabezado por la intendenta Mirtha Elizabeth Lezcano, tras detectar “irregularidades graves”, tanto en la presentación fuera de término como en el contenido del documento. Así lo confirmó a FM 89.3 Santa María de las Misiones, el presidente del cuerpo legislativo, Remigio Smith, quien señaló que el informe fue entregado recién el 26 de mayo, cuando por ley debía remitirse antes del 31 de marzo.
“El envío del balance fue extemporáneo, fuera de tiempo y forma. La verdad que esto ya constituye una falta grave. No estamos ante una simple irregularidad formal, esta demora vulnera los plazos legales, impide el análisis oportuno del documento y cercena las facultades de control que este Concejo debe ejercer conforme a derecho”, afirmó Smith.
El concejal también cuestionó que no se trata de un hecho aislado, sino de una práctica recurrente: “El año pasado entregaron el 26 de mayo y este año el 27. No pueden seguir echándole la culpa a gestiones anteriores, porque esta familia, los Lezcano, están hace 18 años en el poder”.
Una de las principales sorpresas del balance fue la existencia de un superávit de 880 millones de pesos, cuando el presupuesto estimado para 2024 fue de 1.850 millones. “Casi la mitad del presupuesto lo dejaron guardado”, sostuvo el titular del Concejo. Además, indicó que el municipio recaudó unos 4.500 millones de pesos y utilizó aproximadamente 3.500 millones.
Desde el Concejo también detectaron inconsistencias internas. “El presupuesto 2024 para el Concejo era de 60 millones, pero lo ejecutado en haberes de empleados fue de apenas 219.400 pesos”, señaló Schmitz.
“Ni siquiera cubre uno de los sueldos de los empleados del Concejo”, agregó. También figuran gastos de viáticos y movilidad por 160.000 pesos, que nunca fueron pagados: “Desde que asumimos el 10 de diciembre de 2023 hasta hoy, el Ejecutivo no ha pagado ninguna factura de proveedores, viáticos ni reintegros. Y eso lo deben hacer por ley”.
Otro dato que llamó la atención fue el uso de los fondos públicos. “El documento presentado no puede ser considerado un balance en sentido legal y contable, sino un documento plagado de omisiones, irregularidades, inconsistencias técnicas y maniobras administrativas que comprometen seriamente la legalidad de la gestión”, sostuvo el presidente del Concejo.
En cuanto a obra pública, de acuerdo al entrevistado, las ejecuciones fueron mínimas: algunos arreglos viales, dos lomos de burro, cuatro badenes. Sin embargo, solo en lubricantes y combustibles se gastaron 280 millones de pesos. Al consultar al contador municipal, la respuesta fue: “No sabía si se habían realizado efectivamente las obras ni quién las hizo”.
También cuestionó que el Ejecutivo haya pasado a planta permanente a siete empleados sin informar al cuerpo, a pesar de que es una facultad del Concejo. “Ni siquiera sus propios compañeros sabían que habían pasado a planta”, expresó.
En otro punto, Smith,denunció que el Ejecutivo creó tasas sin contar con una ordenanza. “Ellos firmaron un convenio con una empresa por agua potable e impuestos, pero la cláusula seis dice que para que sea válida tiene que haber una ordenanza. Nosotros aprobamos una parte, pero la otra quedó en comisión porque nunca se presentaron a resolverlo. Aun así, siguieron cobrando las tasas”, explicó.
El Concejo ya remitió toda la documentación al Tribunal de Cuentas, que será el encargado de realizar un análisis técnico. “Nunca nos presentaron los balances trimestrales. El contador los trajo recién hace dos semanas, el mismo día que vino. No tuvimos tiempo de analizarlos en detalle, pero con el general ya había mucho para rechazar”, dijo.
Consultado sobre el trasfondo político, Smith,recordó que hasta diciembre de 2023 el oficialismo tenía mayoría automática. “Desde entonces, hay dos concejales de nuestro sublema, dos del bloque de ellos y uno de Juntos por el Cambio. Desde ahí empezaron las diferencias, pero nosotros no mezclamos lo político. Queremos poner al vecino en el centro de la escena, y después sí, ahorrar”, remarcó.
Finalmente, cuestionó el destino del superávit: “Varios vecinos nos preguntan dónde están esos 880 millones. Gran parte está en fondos de inversión. Están jugando a la timba financiera con la plata del pueblo”.
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