Desde hace varios días los mercados venían especulando con la posibilidad de que la Argentina volviese a quedar en el radar de las inversiones, a partir de una eventual mejora en la clasificación financiera que realiza el influyente Morgan Stanley Capital (MSCI).
De hecho, parte de los esfuerzos realizados por el equipo económico a cargo de Luis Caputo (eliminación del déficit fiscal, cero emisión monetaria, salida parcial del cepo) apuntaban a que el país volviese a jugar en la “segunda división” mundial, recuperando la categoría de “mercado de frontera” o “mercado emergente”, que perdió en 2021.
Sin embargo, los analistas de Morgan Stanley que elaboran el influyente índice MSCI ni siquiera tocaron la cuestión.
Analistas consideran que mucho tuvo que ver que la Argentina sigue manteniendo algunas trabas para la circulación de capitales, pero en el mercado se apunta más a la incertidumbre electoral con vistas a las legislativas de octubre, donde si bien las encuestas están arrojando una perspectiva positiva para el oficialismo libertario, la apuesta de los capitales especulativos es “esperar y ver”.
Así, al permanecer en la categoría más baja del MSCI junto a economías como la de Zimbabwe o Botsuana, Argentina podría ver pasar de largo inversiones por unos 500 millones de dólares que se irán a mercados de frontera como Eslovenia, Pakistán, Marruecos, Croacia y Vietnam.
Por qué Argentina sigue “standalone”
El índice MSCI se ha vuelto cada vez más poderoso, porque -a pesar de haber más información disponible que nunca- para los que manejan los fondos de inversión en las grandes capitales del mundo es cada vez más complejo entender la realidad de un país como la Argentina.
Según MSCI, el levantamiento parcial del cepo en abril permitió a los inversores internacionales repatriar dividendos generados a partir del 1 de enero de 2025. No obstante, advirtió que “aún permanecen varias restricciones para los inversores institucionales extranjeros”, en referencia a las limitaciones que siguen vigentes en el acceso a los mercados.
Respecto del mercado de cambios, el organismo indicó que la Argentina “no cuenta con un mercado cambiario offshore eficiente”. Si bien reconoció que en abril se abandonó el esquema de crawling peg para pasar a un sistema de flotación administrada y que se introdujeron algunas flexibilizaciones, aclaró que continuará observando la evolución de estas medidas.
Cuántos millones de dólares “perderá” Argentina
La categoría “standalone” se aplica a países que, por distintas razones, no cumplen con los requisitos mínimos de accesibilidad, estabilidad y operatividad para ser considerados ni “emergentes” ni “fronterizos”. Entre otros factores, inciden los controles de capital, restricciones cambiarias, dificultades de repatriación de fondos y falta de transparencia o disponibilidad de información en inglés.
Invertir en estos mercados implica riesgos elevados y menor liquidez, por lo que muchos fondos globales directamente los excluyen de sus estrategias.
Entre las implicancias más destacadas, supone una menor visibilidad y atractivo para los inversores institucionales globales; menor peso o exclusión en carteras de inversión ligadas a índices de MSCI, lo cual impacta en el ingreso de capitales. Y, en concreto, dificulta la integración al sistema financiero internacional.
Puesto en números, por permanecer en la categoría más baja del MSCI, Argentina vería pasar de lejos inversiones millonarias: para tener una aproximación, el stock total de fondos en equities en mercados de frontera, la categoría siguiente, son entre 450 y 500 millones de dólares.
Lo cierto es que la Argentina no será considerada mercado emergente este año ni el próximo, según comunicó este martes el MSCI, por lo que las acciones argentinas seguirán bajo la calificación “standalone”.
De esa forma, las acciones locales solo podrían ser recibir los beneficios de una mejora en su calificación recién en 2027, si esa institución incluyera a la Argentina, en junio del año próximo, en su lista de evaluación.
La “no respuesta” del Gobierno
El gobierno optó el silencio frente a esta “no decisión”, más allá de un lánguido mensaje de que “no había ninguna expectativa en mejorar la calificación” que hizo trascender el ministro de Economía, Luis Caputo, como para restar importancia a una novedad que no lo fue, pero que le hubiese venido muy bien a un modelo económico que sigue sumando cuestionamientos, entre otros puntos, por el atraso cambiario.
“No veo a los norteamericanos con ganas de seguir pagando impuestos para que los argentinos se los patinen en Miami”, ironizó Marina Dal Poggetto, directora de la influyente consultora EcoGo y una de las economistas más atacadas por Milei.
Para Dal Poggetto, el retraso cambiario existe y tras las elecciones de octubre habría que “recalibrar el esquema y dar por terminada la idea de que esto es una ‘flotación’ pero con un tipo de cambio fijo”.
Fuente: iProfesional









