Con la declaración de dos nuevos testigos, se reanudó ayer el juicio oral y público a Emilio Ortellado (58), acusado del crimen de Cristian “Chano” De Souza (22), cometido la tarde del domingo 6 de febrero de 2022, sobre la calle Morón del barrio eldoradense Alta Tensión.
Uno de los testigos, identificado como Santiago y amigo de la víctima, relató que vio al imputado corriendo con evidentes intenciones de escapar de la escena y portando un cuchillo ensangrentado. Según su testimonio, lo persiguió unos quince metros para neutralizarlo, y para ello tuvo que golpearlo y derribarlo al suelo, indicaron fuentes del caso.
Este dato sigue sumando piezas al rompecabezas de lo que ocurrió ese día alrededor de las 18, cuando se desató una rápida y trágica sucesión de hechos que terminó con la vida de un joven que, según al menos cuatro testigos, era una persona sin conflictos y con buena reputación en la comunidad.
De acuerdo a lo expuesto hasta el momento en el Tribunal Penal de Eldorado, se sabe que “Chano” regresaba de una carrera de caballos cuando pasó frente a una vivienda donde se desarrollaba una fuerte discusión entre dos personas, una de las cuales era el acusado.
En ese contexto, la víctima recibió una puñalada mortal en la zona clavicular derecha y murió desangrada en el lugar. Hasta ahora, nadie presenció el momento exacto de la agresión, pero sí los momentos previos y posteriores. El testimonio incorporado ayer compromete aún más al imputado, un albañil que permanece en el banquillo de los acusados.
“Se equivocó de persona”
Según el testigo, el acusado se habría confundido de persona, ya que en esos momentos corría tras un tal Francisco, a quien otros testigos señalaron como el que discutía con Ortellado antes del crimen. Agregó que, al reducir al imputado, percibió olor a alcohol, lo que sugiere que la discusión en la vivienda ocurrió en medio de una ronda de tragos.
Esto refuerza la hipótesis de que el ataque fue dirigido a otra persona y que la víctima solo pasaba por el lugar. Incluso, un amigo de “Chano” declaró en la jornada anterior que intercambiaron posiciones mientras caminaban, y que él mismo pudo haber sido el blanco de la puñalada.
Cabe recordar que Ortellado optó por declarar al inicio del juicio, pero afirmó no recordar nada y que intentaron robarle, mostrándose nervioso y exaltado. El amigo de “Chano” brindó su testimonio vía Zoom desde Buenos Aires, donde permanece internado en un centro de rehabilitación.
Por último, el Tribunal se trasladó a la planta baja del edificio para tomar testimonio a “Mojarrita”, dueño de la vivienda donde estaban el acusado y Francisco. Este testigo, quien padece problemas de salud y no pudo subir al recinto, no aportó mayores detalles e incluso habría negado que ambos estuvieran en el lugar al momento del hecho, según indicaron las fuentes.
El debate continuará hoy desde las 8.30 con más declaraciones. Mañana será el turno de los alegatos finales y está previsto que se escuche el veredicto. Hasta el momento, cuatro testigos comprometieron la situación procesal del imputado, ubicándolo en tiempo y lugar el día del crimen. También brindó testimonio un vecino, a quien la víctima alcanzó a pedirle ayuda.










