El pasado 11 de junio se conmemoró el “Día Mundial del Cáncer de Próstata”, dicha efeméride sensibilizar y crear nuevos hábitos en la población masculina sobre la importancia del diagnóstico temprano para comenzar con el tratamiento de forma temprana.
Por ello, en el programa Primera Plana que se emite por FM 89.3 Santa María de las Misiones, entrevistaron a Marcelo Cabañas, urólogo especialista en Andrología y jefe del Servicio de Urología del Hospital Ramón Madariaga quien brindó detalles de este “enemigo invisible”.
“El cáncer de próstata es un tumor que en su etapa inicial cursa en forma asintomática; Uno a veces cuando habla de próstata cree que el paciente siempre refiere a un síntoma sobre todo urinario; y obviamente eso hace referencia a lo que es la patología benigna de la próstata”, arrancó explicando este especialista.
“La próstata es un órgano que se encuentra solamente en el hombre. Está ubicado bien debajo de la vejiga y no tiene nada que ver con la vía urinaria, sino que es un órgano reproductivo sexual. Aporta todo lo que es nutrientes, los líquidos seminales, pero como se encuentra bien en la salida de la vejiga, todas las patologías, tanto inflamatorias, agrandamiento y algunos casos cánceres avanzados de próstata, dan síntomas urinarios. Solo por el hecho de encontrarse en ese embudo debajo de la vejiga”, añadió.
Además, Cabañas recordó que “cuando uno habla de próstata siempre hace referencia a que el paciente tal vez tenga algún síntoma urinario. Pero, generalmente los cánceres de próstata se inician como un cúmulo de células atípicas, células anormales y eso hace que el paciente no tenga síntomas, porque no se manifiesta como un agrandamiento, como una obstrucción de la vía urinaria y solo nosotros podemos detectarlo, con un análisis de sangre y ahí hacemos referencia a la prevención”.

En otro tramo de la charla, este especialista recomendó: “no hay que esperar a tener síntomas para consultar a un urólogo. Hay que hacerse controles periódicos con los urólogos, hacerse un análisis de orina, un análisis de sangre, el famoso PSA que es el antígeno prostático específico; y con eso nosotros tenemos una sospecha, tal vez por una elevación de esa proteína y así empezamos los estudios para saber si el paciente tiene un cáncer de próstata”.
“Esta enfermedad, en muchos casos, fue cursando durante años, porque es una enfermedad muy tranquila, silenciosa y de lenta evolución; y tal vez los pacientes al momento de la consulta, ya vengan con metástasis, porque han pasado 5 años e inclusive pueden pasar hasta 10 años, en los tumores que son muy tranquilos”, destacó.
Este urólogo también mencionó que el cáncer de próstata es una enfermedad muy heterogénea, no siempre se presenta de igual manera en todos los pacientes.

Por otra parte, este profesional hizo referencia a un miedo existencial por parte del hombre, sobre todo a partir de los 50 años o unos años antes, inclusive.
“Generalmente el hombre le tiene miedo al ‘famoso tacto rectal’; y eso hoy está en discusión. Antes a los pacientes que iban a la consulta urológica le hacíamos un tacto rectal, como para saber si el paciente tiene algún nódulo o aumento de consistencia en la próstata. Porque nosotros podemos acceder mediante el tacto rectal a la próstata, porque está bien hacia la cara anterior del recto; y entonces es bastante fácil de tactarla”.
Pero, reiteró que “hoy se sabe que este tacto rectal está en discusión a nivel mundial; ya que hoy los profesionales tenemos herramientas mucho más sensibles, en lo que es el diagnóstico, sobre todo cuando hablamos de imágenes”.
A modo de ejemplo contó que “en Misiones, tanto en el ámbito público como en el privado, hay un estudio muy importante que se llama ‘Resonancia Nuclear Magnética de Próstata’; y eso te da mucho más sensibilidad o mucho más especificidad a la hora de tener una sospecha hecha por imagen y mucho más que un tacto rectal”.
Tratamientos
En su charla con FM 89.3, el profesional mencionó en varias oportunidades que el cáncer de próstata es una enfermedad heterogénea. “Siempre cuando me siento a hablar con el diagnóstico ya en mano, les digo a los pacientes, que es como un traje a medida, es un tratamiento para cada paciente”.
“En forma generalizada, tenemos diferentes tipos de tratamiento; y el tratamiento que tratamos siempre, si se puede, y si la enfermedad está localizada, es el tratamiento quirúrgico”, remarcó.

También destacó que “con las nuevas tecnologías que también Misiones cuenta, como lo es el caso de de la tecnología del robot Da Vinci -del Hospital Madariaga-, uno tiene un mejor tipo de tratamiento en lo que se refiere al aspecto quirúrgico, porque son cirugías donde uno puede tratar en forma correcta y más precisa los tumores. Y una de las consecuencias que tienen estos tratamientos quirúrgicos es preservar sobre toda la parte sexual y la parte de la continencia de la orina, que son las complicaciones más temidas cuando uno habla de un tratamiento quirúrgico del cáncer de próstata”.
“Al tener esta tecnología de punta, uno tiene mejor visión, menos traumatismo y menos daño en los tejidos y eso hace que los pacientes puedan llegar a preservar esta función”, detacó.
Sumado a este tipo de operaciones de última generación, Cabañas nombró que “también dentro de lo que es quirúrgico, se hacen cirugías convencionales y laparoscópica. Son los tres tipos de técnicas quirúrgicas que se le ofrece a los pacientes, sumado a la tecnología Da Vinci. Después, hay otras opciones como la radioterapia, que también es un tratamiento muy bueno de acuerdo al estadío de la enfermedad y está el tratamiento con drogas, que serían las otras alternativas de tratamiento”.
Por último se le preguntó: ¿Una persona que tuvo un padre con cáncer de próstata, es propenso a tener la misma enfermedad?. “Siempre cuando hablamos de factores de riesgo en cáncer de próstata, nombramos primero la edad. A partir de los 50 años es una edad que hay que tener en cuenta, porque ya hay más riesgo de tener cáncer de prostata, Solo por tener esa edad, ya uno tiene más riesgo de tener esta enfermedad o tal vez algunas de las patologías prostáticas benignas que pueda tener el paciente. Y lo otro, es el antecedente hereditario de la familia, el consanguíneo paterno”.
Por eso, “es muy importante tener en cuenta los pacientes que tengan antecedentes del padre o algún hermano, ya tienen que adelantarse a hacerse los estudios, a partir de los 40 años”.




