La Fundación Vida Silvestre Argentina intervino recientemente en una finca de la zona rural de Puerto Esperanza, tras el reporte de un ataque de yaguareté al ganado por parte de un productor local. Durante la visita, el equipo junto a los propietarios del establecimiento instaló herramientas de monitoreo y prevención: una cámara trampa para detectar la presencia del felino y dos dispositivos Foxlight, que emiten destellos de luz LED intermitentes simulando actividad humana, con el objetivo de disuadir a los depredadores durante la noche.
La actividad contó con la colaboración de integrantes del Proyecto Yaguareté (CeIBA–IBS), quienes evaluaron el área y confirmaron, mediante registros de la cámara trampa, la presencia de dos machos adultos de yaguareté en la zona. Estos animales atacaron a un ternero y causaron heridas a una vaca lechera. Además de la instalación de los dispositivos, los técnicos brindaron recomendaciones para el manejo del ganado, con el fin de disminuir riesgos futuros, las cuales fueron bien recibidas por el productor.
Los ataques de grandes felinos como el yaguareté o el puma suelen ocurrir durante la noche, ya que son especies de hábitos nocturnos. Por eso, la utilización de tecnologías disuasorias como el Foxlight, junto con medidas prácticas —como encerrar el ganado en corrales iluminados o evitar que los animales ingresen al monte—, resulta fundamental para prevenir estos conflictos.
Karina Schiaffino, especialista en áreas naturales terrestres de la Fundación Vida Silvestre Argentina, remarcó la importancia de dar respuesta y acompañamiento a los productores ante este tipo de situaciones, ya que los ataques generan pérdidas económicas y preocupación: “Con algunas medidas simples, es posible reducir significativamente el riesgo de ataques y proteger tanto al ganado como a los grandes felinos”, señaló.
En los últimos meses se han registrado episodios similares en otras zonas rurales del norte de Misiones, especialmente cerca de áreas protegidas. Estos incidentes suelen estar relacionados con la pérdida de monte nativo, la disminución de presas silvestres por caza furtiva y la expansión ganadera sobre áreas de selva, factores que incrementan la interacción entre humanos, ganado y fauna silvestre.
Schiaffino también destacó que ni el yaguareté ni el puma suelen atacar animales domésticos de manera habitual, sino que lo hacen cuando su hábitat se degrada o escasean sus presas naturales. Por eso, conservar la selva, reducir la caza y promover prácticas ganaderas que favorezcan la coexistencia resultan esenciales para evitar conflictos.
Para más información sobre prevención de ataques y protección del ganado, se puede consultar la cartilla informativa “Yaguareté y ganadería, por una coexistencia posible”.
Ante indicios de ataques de grandes felinos, se recomienda dar aviso a las autoridades competentes: Ministerio de Ecología, al destacamento de Guardaparques más cercano, al Ministerio del Agro y la Producción, al celular (223) 532 4301, y/o al equipo de Proyecto Yaguareté (3754) 49-8078.
Fuente: Norte Misionero









