Aníbal González se convirtió este pasado miércoles en el primer mbya guaraní en obtener el título de licenciado en Trabajo Social en la Universidad Nacional de Misiones (UNaM). Y lo hizo con el máximo puntaje (10) en su tesis y con el apoyo de su familia y amigos.
“Me costó mucho llegar a esta meta”, confío Aníbal (38) en diálogo con PRIMERA EDICIÓN desde un punto alto de la comunidad Andresito, en San Ignacio, donde logró captar señal para hablar por teléfono.
Su infancia fue difícil, su mamá falleció cuando él tenía 8 años y su papá cuando tenía 11, “crecí con mis hermanos, fue una etapa muy difícil para todos nosotros, pero siempre rescaté los valores que nos inculcaron nuestros padres acerca del trabajo y de educarnos. En la primaria, los maestros nos apoyaron y enseñaron mucho y gracias a eso puede terminar la primaria y seguir la secundaria. Nos ayudaba una monja que vivía en la comunidad Perutí que siempre fue un puntal para nuestra sobrevivencia”, recordó agradecido pues vivió en Perutí hasta 2019, cuando se mudó a la comunidad de San Ignacio.
Perseverancia y esfuerzo
Terminar la secundaria fue mucho más complejo porque la escuela más cercana estaba a 10 kilómetros de Perutí, en el Bachillerato 19 de El Alcázar, “empezamos mi hermano, mi primo y yo pero nos costaba mucho, en ese momento no había muchos recursos, por lo que cuando podíamos íbamos en colectivo y muchas otras caminando. Finalmente dejamos”.
Poco después, consiguió a través de la Dirección de Asuntos Guaraníes un albergue en Dos de Mayo y retomó los estudios pero la falta de recursos le impidió terminar. Finalmente, pudo finalizar la secundaria en el Bachillerato 1 de Posadas con su hermano, cuando ambos consiguieron albergue en esta ciudad a través de Asuntos Guaraníes.
“Terminé la secundaria a los 23 y la universidad a los 38 y no hubiera podido lograrlo si no tenía acompañamiento institucional y de algunas personas que nos ayudaron mucho a mí y a mi hermano mayor que está a punto de recibirse de licenciado en Trabajo Social… está haciendo su tesis de graduación”, destacó.
Aunque Aníbal es el ejemplo de lo difícil que es para los guaraníes estudiar, aseguró que de a poco son más los que llegan al nivel superior “me pone muy contento saber este año 2025 hay más de 60 guaraníes cursando carreras superiores”.
Aníbal está convencido que la educación “es la única manera de poder salir de la pobreza estructural que viven las comunidades. La educación nos abre muchas puertas”, aseguró.
Un puente para su pueblo
“Elegí esta disciplina porque a través de ella se puede hacer un puente entre la necesidad de los pueblos indígenas con los funcionarios del Estado para tratar de resolver los problemas de las comunidades”.





