El Gobierno argentino expresó hoy su “profunda preocupación” por la detención “arbitraria” de ciudadanos argentinos en Venezuela, y exigió al régimen de Nicolás Maduro la liberación inmediata del gendarme Nahuel Gallo, así como de todos los compatriotas que se encuentren privados de su libertad “de forma ilegal”.
A través de un comunicado oficial, la Cancillería, encabezada por Gerardo Werthein, condenó “enérgicamente el proceso sistemático de detenciones arbitrarias, desapariciones forzadas y violaciones generalizadas de los derechos humanos” que, aseguró, tienen lugar en la República Bolivariana de Venezuela.
En ese marco, el Ministerio de Relaciones Exteriores anunció que “profundizará las denuncias penales internacionales” contra el dirigente chavista Diosdado Cabello, señalado como uno de los principales responsables de lo que calificó como una “maquinaria represiva”.
“Diosdado Cabello lidera una estructura de represión basada en el miedo, el secuestro de inocentes, la desaparición forzada y el hostigamiento sistemático a familiares de personas perseguidas”, indicó el comunicado. “Todo esto ha sido ejercido desde el poder del Estado, con respaldo institucional y la complicidad de las fuerzas de seguridad, los servicios de inteligencia y el sistema judicial”, agregó.
La Cancillería subrayó que estas prácticas han alcanzado también a ciudadanos argentinos y de otras nacionalidades, víctimas de graves violaciones a los derechos humanos. En este sentido, el Gobierno argentino consideró que se trata de un “patrón de represión” que puede ser calificado como “terrorismo de Estado, por su carácter sistemático, intimidatorio y arbitrario”.
Argentina continuará impulsando todas las acciones necesarias para asegurar que estos crímenes no queden impunes y que todos sus responsables —materiales e intelectuales— enfrenten a la justicia internacional con todo el peso de la ley”, finaliza el comunicado.





