La organización social de los perros es jerárquica, incorporar, sin previa preparación, un nuevo perro o cachorro a la familia puede resultar problemático si no se toman recaudos.
El perro que ya vive en la casa siente que es su propiedad y lo vive como invasión, esto puede desencadenar en agresión. Por eso, habilitar zonas separadas, cada uno con sus cosas, comidas y juguetes.
Las primeras semanas estar atento a las interacciones y comportamientos entre ambos. No dejarlos solos juntos hasta no estar seguro de que están cómodos entre ellos.
El encuentro inicial será breve y en terreno neutral con la colaboración de otra persona para llevar ambos perros por separado.
Dales tiempo, que se huelan y se conozcan, de ser posible, déjalos sueltos y relajados. Estar atentos ya que, si nos encontramos con una situación de inicio de pelea, separarlos utilizando el truco de ganar su atención o sepáralos suavemente, antes de que la pelea comience.
Permití que explore la casa siempre bajo vigilancia y en compañía del otro perro. Algunos tips:
• El nuevo miembro debe saludar al perro veterano por iniciativa propia, No impongas.
• No permitas que el veterano intimide al nuevo.
• No limites la zona a una sola, hasta que la relación no sea cordial.
• Que cada perro coma de su plato.
• Dedícales la misma atención a ambos.
• No cambies rutinas ya impuestas.
• Si la convivencia es imposible, contrata los servicios de un adiestrador canino.
Laura Kuperman
Educadora Canina.
376 4-636-551








