Los trabajadores del PAMI en Misiones, representados por el Sindicato de Trabajadores y Empleados de PAMI (SUTEPA), realizaron este miércoles una asamblea general en la sede de Posadas (Salta 1718), con el objetivo de visibilizar el agotamiento de los recursos y la falta de respuestas por parte de la gestión actual del instituto.
En diálogo con PRIMERA EDICIÓN, los delegados detallaron que la situación crítica que atraviesan puede dividirse en dos niveles: el prestacional, que afecta a todo el país, y el salarial, con una marcada falta de actualización en los ingresos de los empleados. “La cuestión nacional abarca todo lo relacionado a las prestaciones, que son de público conocimiento: la quita de medicamentos, el retardo en la entrega de medicamentos oncológicos y de vía de excepción, como así también todos los elementos de fisiatría”, explicó el delegado de SUTEPA, Rodrigo Vergara.
Desde el gremio sostienen que la situación se agrava con la paralización de las paritarias: “No hubo ningún tipo de acercamiento. Se viene solicitando que se genere la posibilidad de discutir paritarias y hasta ahora nada. Estamos llegando a mitad de año y esa es la preocupación”, señalaron. “Los salarios están muy por debajo de la inflación. Al compañero a partir del día 15 de cada mes le cuesta muchísimo llegar a fin de mes, abrir la heladera y no encontrar nada.”
Los trabajadores también denunciaron una política de vaciamiento institucional que impacta directamente en la atención a los afiliados y en la estabilidad laboral: “El vaciamiento institucional tiene que ver con la falta de prestaciones. Al haber falta de prestaciones el afiliado no los puede conseguir y nosotros nos quedamos sin trabajo. Es así, derecho viejo, la regla simple de lo que está pasando en la institución”, agregó con énfasis Horacio Fernández, secretario adjunto de SUTEPA.

Asimismo, apuntaron directamente contra la actual directora ejecutiva de la UGL Posadas, Samantha Stekler, por la falta de gestión ante la crisis: “Hubo una falta de decisión y negligencia. La directora no supo contener semejante demanda, y tampoco accedió a recibir sugerencias. Nos ofrecimos a colaborar y no tuvimos respuesta. Mientras tanto, los adultos mayores estaban afuera bajo la lluvia, esperando atención.”
La crítica situación se traduce en escenas cotidianas de vulnerabilidad: “Atendemos entre 150 y 200 personas por día. Somos la cara visible del PAMI. En el interior nos cruzamos con vecinos que nos preguntan por qué no llegan los medicamentos oncológicos o la insulina. Y nosotros no tenemos respuestas.”
Además, denunciaron que los recursos son distribuidos de forma discrecional: “Si llegaron 50 sillas de ruedas, no llega ni el 3% a Misiones. La directora se toma la atribución de entregar las sillas solo a afiliados con impacto político. Se utiliza con fines políticos, sin empatía ni interés real en resolver las necesidades”.
Finalmente, los delegados recordaron que el objetivo del gremio sigue siendo la defensa de los derechos tanto de los trabajadores como de los jubilados: “Nuestra razón de existir son las prestaciones para los jubilados y pensionados. Hoy una ayuda social ronda entre 8 y 20 mil pesos, y no alcanza para nada, ni siquiera para pagar un cuidador. Las prestaciones sociales no se han actualizado con la inflación”.
En ese contexto, el gremio convocó a los trabajadores a la asamblea de este miércoles para definir los pasos a seguir pero sin de dar la debida atención a los jubilados que se acercaban al lugar.







