Efectivos de la Policía desarticularon una banda dedicada a realizar estafas con vehículos en distintas localidades de la provincia. A través de tareas investigativas y el análisis de redes sociales, lograron recuperar un automóvil Volkswagen Gol Country y una motocicleta Honda CG Titán 150 cc que habían sido obtenidos mediante maniobras fraudulentas. Además, fue demorado uno de los presuntos implicados, y ya están identificados otros miembros del grupo.
El primer caso fue denunciado el pasado 12 de mayo en Oberá. Allí, dos hombres simularon estar interesados en la compra de un Volkswagen Gol Country color naranja. Se presentaron en el domicilio del propietario a bordo de un Chevrolet Corsa gris, y solicitaron realizar una prueba de manejo. Fue entonces cuando aprovecharon la ocasión para fugarse con el rodado, dejando el Corsa encendido y abandonado. El contacto con la víctima se había realizado a través de una plataforma de compra y venta online.

La investigación, llevada adelante por la División Investigaciones de la Unidad Regional II de Oberá y la Sección Interior de la División Investigación Científica del Delito Automotor (DIDA), permitió ubicar el vehículo en el barrio Bonito de Montecarlo. El hombre que lo tenía en su poder alegó haberlo adquirido mediante una permuta, pero no pudo justificar su procedencia. Para evitar su identificación, el rodado había sido modificado y le habían retirado el ploteado color naranja.
El segundo hecho se registró el 3 de mayo en Campo Grande, donde un vecino fue víctima de una estafa al entregar su motocicleta Honda CG Titán gris a cambio de 13 mil reales que resultaron falsos. Luego de un seguimiento coordinado entre las Divisiones de Investigaciones de Oberá y Motorizada, junto con personal de la Unidad Regional XI, la moto fue localizada en Oberá, donde estaba siendo ofrecida para la venta a través de redes sociales.

Los investigadores simularon interés en la publicación y pactaron un encuentro en una estación de servicio con el supuesto vendedor. Allí lograron demorar al sospechoso, recuperar la motocicleta y secuestrar un teléfono celular que será clave para avanzar en la causa.
Ambos hechos son investigados por la Justicia, mientras la Policía continúa con las diligencias para detener a los demás implicados en estas estafas con vehículos, una modalidad delictiva que busca ser completamente desarticulada.





