El funeral del papa Francisco se realizó este sábado en el Vaticano congregando a miles de fieles y líderes internacionales para rendir homenaje al pontífice, quien falleció a los 88 años de edad.
La Plaza de San Pedro se colmó de personas que recibieron con aplausos y vítores la llegada del féretro del primer Papa latinoamericano, cuyo pontificado de 12 años se caracterizó por un profundo fervor popular.
Según estimaciones del Centro de Gestión de Seguridad de Eventos de la Jefatura de Policía de Roma, unas 140.000 personas se congregaron en la zona de la Plaza San Pedro para asistir al funeral. Más de 100 delegaciones internacionales ingresaron al Vaticano para participar en la ceremonia.
El presidente de la Argentina, Javier Milei, junto a la comitiva oficial argentina, llegó al Vaticano y ocupó un lugar privilegiado en la primera fila, junto a la primera ministra de Italia, Giorgia Meloni.
Esta ubicación responde al reconocimiento de las dos nacionalidades más significativas en la vida del papa Francisco: la argentina, como su país de origen, y la italiana, como la de su ascendencia y sede de su pontificado.
La misa exequial, que se realizó frente al atrio de la Basílica de San Pedro, comenzó a las 10 y se extendió hasta el inicio de la tarde. Este fue el último rito antes de la inhumación de los restos de Francisco, quien, según su voluntad, fue trasladado a la Basílica de Santa María Maggiore, ubicada frente a la Embajada argentina en Roma, donde descansará definitivamente.
El protocolo establecido por el Vaticano para esta ceremonia fue riguroso. Detrás de Milei y Meloni, en la segunda fila, se ubicaron los monarcas invitados, incluyendo al rey Felipe VI de España y la reina consorte Letizia, así como los reyes de Bélgica, los grandes duques de Luxemburgo y el príncipe Guillermo, en representación del Reino Unido. En la tercera fila, lo hicieron otros jefes de Estado y delegaciones internacionales.
Entre los asistentes destacados en la tercera fila se encuentra el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, junto a la primera dama Melania Trump. La delegación española también estuvo presente, aunque sin la presencia del jefe de Estado, Pedro Sánchez.
La delegación argentina incluyó a la secretaria general de la Presidencia, Karina Milei; el jefe de Gabinete, Guillermo Francos; el vocero, Manuel Adorni; los ministros de Relaciones Exteriores, Gerardo Werthein, y de Capital Humano, Sandra Pettovello; y la ministra de Seguridad Nacional, Patricia Bullrich, quien confirmó su asistencia a último momento.
“Nadie se salva solo”
El cardenal Giovanni Battista Re, decano del Colegio Cardenalicio, dedicó una emotiva homilía que sintetizó el legado espiritual y humano del pontífice argentino.
“Estamos reunidos en torno a sus restos mortales con el corazón triste, pero sostenidos por las certezas de la fe”, expresó Re, y destacó la masiva manifestación de afecto que acompañó los días de duelo en Roma.
El cardenal recordó que Francisco, aun con su salud deteriorada, impartió su última bendición el Domingo de Pascua y saludó a los fieles desde el papamóvil. “Eligió recorrer el camino de la entrega hasta el último día de su vida terrenal”, subrayó.

Re también repasó los ejes del pontificado: su opción por los pobres, los migrantes, las personas vulnerables y su firme compromiso con la paz y la fraternidad. “Fue un Papa en medio de la gente, con el corazón abierto hacia todos”, resumió.
Citando sus encíclicas Evangelii Gaudium, Laudato si’ y Fratelli Tutti, remarcó su mensaje constante: “Nadie se salva solo”, e insistió en su llamado a “construir puentes y no muros”.
Al concluir, Re evocó una de las frases recurrentes de Francisco: “No se olviden de rezar por mí”. Y cerró: “Querido papa Francisco, ahora te pedimos a ti que reces por nosotros y que desde el cielo bendigas a la Iglesia, bendigas a Roma y al mundo entero”.
Fuente: Agencia de Noticias NA




