Cuando crecimos nos enseñaron que teníamos cinco sentidos, a veces seis. Sin embargo en la clasificación de los mismos existen muchos más, asociados a diferentes facultades que todos tenemos y podemos además, seguir desarrollando y perfeccionar.
Los sentidos pueden clasificarse como:
Sentidos básicos
1. Vista, 2. Oído, 3. Gusto, 4. Tacto y 5. Olfato
Sentidos internos y corporales
6. Propiocepción: La percepción de la posición y movimiento de nuestro cuerpo.
7. Equilibriocepción: El sentido del equilibrio.
8. Termocepción: Percepción de la temperatura (internamente y externamente).
9. Nocicepción: La percepción del dolor.
10. Barocepción: Detección de la presión arterial.
11. Quimiocepción: Percepción de niveles químicos internos, como el dióxido de carbono en la sangre.
Sentidos menos conocidos
12. Magnetocepción: Percepción de campos magnéticos.
13. Cronocepción: Sentido del tiempo (la percepción subjetiva del paso del tiempo).
14. Hambre y sed: Percepción de la necesidad de nutrientes o agua.
15. Intuición visceral: Sentir emociones o tensiones en el cuerpo (como “corazonadas”).
Sentidos más abstractos
16. Sentido social: Capacidad de leer señales sociales como expresiones faciales o tono de voz.
17. Sentido de pertenencia: La percepción de estar conectado con un lugar o grupo.
18. Sentido del espacio: Percepción de nuestro entorno tridimensional.
19. Percepción del lenguaje: Procesar y comprender patrones lingüísticos.
20. Empatía: Sentir y conectar con las emociones de los demás.
Otros sentidos avanzados o integrados
21. Sensibilidad táctil fina (como el Braille).
22. Percepción vibratoria (detectar pequeñas vibraciones).
23. Percepción del ritmo.
24. Adaptación térmica: Sentir y adaptarse a cambios de temperatura.
25. Sentido de la electricidad (leve, en ciertos contextos).
El número puede variar dependiendo de cómo definamos y clasifiquemos los sentidos, pero algunos estudios amplían esta lista a más de 30, incluyendo subcategorías y capacidades humanas fascinantes.
Cada sentido se asocia también con situaciones que experimentamos como los desórdenes neuropsicológicos, de modo que si comprendemos la totalidad de nuestras capacidades es posible reorientar el camino al que conduce la percepción de nuestra realidad. Seguimos en próximos capítulos.
Anahí Fleck
Magister en Neuropsicología. 0376-154-385152





