Las dos niñas de 7 y 3 años, hijas de una exagente del Servicio Penitenciario Provincial que arrastra causas por estafas en la Justicia misionera, ratificaron en Cámara Gesell solicitada por el juez de Instrucción 3, Fernando Luis Verón, no solo lugares y circunstancias en que fueron abusadas sexualmente por su progenitora y su actual pareja sino también por un tercer victimario por el que solicitaron los abuelos querellantes su detención.
Por los delitos contra la integridad de las menores, que PRIMERA EDICIÓN informó a partir del 11 de marzo, las sospechosas fueron imputadas pero continúan en libertad con restricciones de acercamiento a las víctimas que fueron puestas a resguardo de la abuela paterna.
La fiscal de Instrucción 3, Adriana Marcela Verónica Herbociani, tras la pericia del jueves pasado a las hermanas, solicitó la detención del tercero de los señalados. Se trata de un hombre de 35 años aproximadamente y exconcubino de la pareja actual de la expenitenciaria.
De acuerdo a los detalles narrados por la mayor de las víctimas a las especialistas del Cuerpo Médico Forense del Superior Tribunal de Justicia, los abusos en la vivienda posadeña cuyo barrio este Diario se reserva publicar por seguridad de las menores, eran grabados y fotografiados, por lo que se solicitó se investigue si produjeron archivos MASI para su distribución.
La fiscal Herbociani recurrió además la libertad con restricciones que Verón le otorgó a las dos mujeres imputadas. El planteo se encuentra en la Cámara de Apelaciones en lo Penal y de Menores y tendría respuesta durante los próximos días.

Primer paso
El expediente se originó con la denuncia en febrero en la Comisaría de la Mujer de Itaembé Miní (Unidad Regional X) que una abuela presentó en representación de sus dos nietas.
Los rastros de abuso sexual en las niñas habrían sido constatados y se activaron los procedimientos de protocolo para estos casos, principalmente para la detección de enfermedades de transmisión sexual y la contención integral, principalmente la salud mental de las víctimas.
Fue la abuela paterna de 63 años, enfermera y técnica en higiene y seguridad laboral, quien detalló lo que las niñas le confiaron cuando viajaron a Buenos Aires a visitar a su padre de 38 años pocos días antes.
El primer dato que encendió las alarmas fue que las dos tenían el cuero cabelludo y parte del rostro quemado por el insecticida que le habrían aplicado su progenitora y la respectiva pareja para combatir los piojos. No solo las menores continuaban con liendres en la cabeza sino que se evidenciaban temor y dolores en el cuerpo.
Cuando llegaron a la casa de su padre, la mayor de las víctimas rompió en crisis de llanto y súplicas para no regresar a la casa de su madre porque ya no querían estar en contacto con la pareja de ella, una mujer de 34 años que las sometía a los abusos sexuales.
Al retornar a Posadas, se concretó además la primera denuncia en la Justicia de Familia (Juzgado 3, Primera Circunscripción Judicial) en la que la abuela solicitó una medida de “Protección Integral” para las dos víctimas. Por subrogación legal, intervino la jueza de Familia 1, Lidia Graciela Mana, y se ordenó que en el marco de la acción solicitada continúe la abuela paterna con el resguardo de las pequeñas y determinó las audiencias respectivas para resolver en este fuero.
La progenitora tiene 34 años pero ya trascendió en las noticias en agosto de 2022 -en el mismo Juzgado de Instrucción 3- cuando aún era suboficial del Servicio Penitenciario Provincial (SPP) y fue denunciada por estafar a sus camaradas y allegados con gestiones en el Instituto Provincial de Desarrollo Habitacional (IPRODHA) para obtener viviendas familiares.
En aquel momento, la aprehensión se concretó por una seguidilla de presentaciones que se radicaron en su contra. La subadjutor pasó a disponibilidad de la fuerza de seguridad y pocos días después se dispuso su apartamiento. La detención se produjo a la par que trascendieron los embargos en la Justicia Civil que la sospechosa acarreaba desde 2021 por similares episodios de engaños a terceros con ofertas de viviendas.








