A nivel mundial, las mujeres enfrentan mayores dificultades para obtener créditos personales y empresariales.En América Latina, aunque la intención de emprender es casi igual entre mujeres (75%) y hombres (76%), solo el 7% de los fondos de inversión en la región se destinan a startups femeninas.
En Argentina, las empresarias también enfrentan desafíos significativos para acceder al financiamiento.
Luciana Ércoli, especialista en Liderazgo Femenino y Educación Financiera, analizó las causas estructurales y culturales detrás de la desigualdad de acceso al financiamiento para mujeres emprendedoras y empresarias. “No es un fenómeno simple de explicar, pero tiene raíces culturales muy profundas”, sostuvo.
En diálogo con este 89.3 FM Santa María de las Misiones y Canal 9 Norte Misionero, señaló que “todavía existe un sesgo de género que asume que las mujeres no están capacitadas para emprender, liderar o gestionar negocios”. Sin embargo, destacó una transformación en marcha: “Estamos virando hacia un liderazgo más humano y consciente, centrado en las personas, donde las mujeres se sienten más cómodas”.
Más allá del plano cultural, Ércoli remarcó que existen barreras económicas concretas: “Para acceder a un crédito necesitás garantías, patrimonio, una historia de éxito… Y las oportunidades para hombres y mujeres no han sido las mismas”. A esto se suma, según explicó, una menor formación en educación financiera: “No hace tanto que estamos abrazando este tema y aprendiendo a invertir con inteligencia”.
Solo el 5% del capital llega a pymes lideradas por mujeres
Citando datos de la OCDE, Ércoli indicó que “el 30% de las pymes están lideradas por mujeres, pero solo el 5% del capital disponible llega a ellas”. En el caso del capital emprendedor, solo 7 de cada 100 dólares se destinan a emprendimientos encabezados por mujeres.
Consultada sobre si esta brecha varía según la industria, fue tajante: “Es transversal. Lo vemos en tecnología, salud, finanzas. Es igual en todos los sectores porque venimos de una historia que recién ahora empieza a cambiar con pasos más firmes”.
Para revertir esta situación, destacó tres herramientas clave: educación financiera desde edades tempranas, participación activa en redes de mujeres y el desarrollo del networking estratégico. “Hay que hablar de dinero sin miedo, hacerse cargo y aprender a invertir”, sostuvo.
Optimismo y desafíos
Pese al escenario desigual, Ércoli se mostró optimista: “Hoy veo mucha más actividad de mujeres que luchan por generar el cambio desde adentro. También desde lo institucional, aunque hoy falten políticas públicas, estas medidas van a volver. A veces es necesario establecer cupos o incentivos para romper paradigmas”.
Sobre los desafíos que enfrentan las mujeres en cargos de liderazgo, aseguró: “Hay una exigencia constante de demostrar que estamos a la altura, de sobrecalificarnos para acceder a las mismas posiciones que los hombres. Eso sigue pasando”.
Finalmente dejó un mensaje a quienes están comenzando su camino emprendedor: “Redefinir el éxito bajo nuestros propios términos. Tener claro qué queremos lograr y buscar redes que acompañen. Juntas logramos mucho más que solas”.








