El contenido puede ser sensible a corazones solos, a malheridos, despechados y doloridos. Pero guarden esta nota porque llegará el día en que estarán enamorados y desearán leerla.
Muchos distorsionan este día convirtiéndolo en un chiste o en otra cosa que no sea el amor de una pareja, pero lo cierto es que el 14 de Febrero es San Valentín y este santo es el que casaba a las parejas en secreto, así que no se habla de otro tipo de amor ni de amistad, que esos ya tienen su día.
Hoy se habla, se regala, se mima, se abraza, se envían cartas, se dedican temas musicales, se sale a comer y mucho más que reivindica el amor de la pareja, ese amor del que tanto de escribió, se dijo y se sintió desde el principio de los tiempos.
La historia de San Valentín de Roma
Según la tradición, San Valentín de Roma fue un sacerdote romano que acompañaba espiritualmente a los cristianos que habían caído presos en las persecuciones contra los practicantes de esta fe y les ayudaba a prepararse para el martirio y la muerte. Otra versión cuenta que se trataba de un sacerdote que, pese a que las autoridades romanas prohibían contraer matrimonio a los jóvenes soldados, por considerar que serían mejores combatientes si no tenían ataduras familiares, se dedicaba a casar a las parejas en secreto según el rito católico.
Cuando fue descubierto, Valentín fue sometido a martirio y finalmente decapitado.
Una última (y poco creíble) versión cuenta que el sacerdote Valentín fue apresado y se enamoró de la hija de su carcelero, a la que dedicó una apasionada carta de amor que firmaba como “de tu Valentín”, lo que se convertiría en el origen de la tradición de enviar las cartas y postales de amor que intercambian los enamorados cada 14 de febrero.
Preparándose para el 14
Existen varias propuestas personales para recordar con cariño cuánto amamos a nuestra pareja, al novio o novia, pero cuando todo comenzó fue con cartas. Ahora las cartas pueden tener otro tipo de dibujos porque al fin y al cabo el amor, el estar perdidamente enamorados dura unos 4 años. En ese tiempo lo más lindo que le ocurre al ser humano es que se siente niño y por eso las parejas se hablan como niños, se regalan peluches, se hacen dibujitos, intercambiar corazones y chocolates.
Cuando estás enamorado tu niño interior despierta, es inocente, no tiene filtros, se entrega, no duda, abraza cuando quiere abrazar, expresa cosas lindas, se vuelve poeta y así, como tontos se comparten momentos.
¿Notaron cambios?
Cuando se está enamorado por ejemplo, ninguno se enferma. Según la ciencia cuando te enamoras en el cerebro “pasan cosas”:
Se liberan altos niveles de dopamina, una sustancia química que activa el sistema de recompensa del cerebro.
Se liberan neuroquímicos y opioides naturales, que ayudan a sentir alegría y a sanar el cuerpo.
Se activan los circuitos cerebrales de la confianza.
Se silencian las áreas que crean distancias, como las que se activan en estados depresivos o de tristeza.
Se aumenta el flujo sanguíneo hacia el centro del placer.
Beneficios del amor: Reduce el estrés, Mejora el estado de ánimo, Ayuda a reducir la depresión, Ayuda a sanar el cuerpo, Ayuda a la mente a lidiar con el dolor.
Hace muchos años, la creadora de los dibujitos que se hicieron famosos a nivel mundial de “Amor es”, ella dijo que el “Amor es vida”. Explicó que si uno ama genera vida, si ama, tiene vida y es feliz. Es como recibir una inyección de algún tipo de droga que hace que sientas que puedes con todo y con todos, que tienes energía suficiente como para subir un cerro corriendo o hacer miles de cosas impensadas en otro momento.
¿El amor viene del cerebro o del corazón?
Hay quienes prefieren seguir pensando en que el enamoramiento, ese sentimiento por otra persona que repercute en diferentes partes del cuerpo y que provoca inexplicables sentires viene del cerebro. Si no pienso, no siento. Esa sería la premisa.
Quienes ya conocemos de física cuántica sabemos que somos energía y que atraemos como un imán, nos atraemos o repelemos. Sentimos eso que llamamos “cuestión de piel”. El amor se siente, el amor está en el corazón, en neuronas llamadas neuritas y desde allí envía mensajes al cerebro desde donde luego irán las señales a todo el cuerpo.
Si el amor naciera en el cerebro tendríamos explicación para lo que sentimos, sería algo racional y precisamente cuando dos personas se miran activan las neuronas espejo, emitimos señales y luego no podemos explicar y simplemente sentir.
Cuando se está enamorado no se especula, no analiza y muchas veces creemos que fue toda una equivocación cuando luego la pareja no funciona. Entender que nadie llega a tu vida sin un para qué es lo que te permite luego dar el salto hacia otro destino. Ya aprendimos y también enseñamos.
Luego cada quien verá cómo toma sus sentimientos, pero celebrar San Valentín, el Día de los enamorados es celebrar la vida, es celebrar lo que estamos viviendo como momento único.
Quienes todavía no lo vivieron, quédense tranquilos que lo vivirán si se entregan a esa espera paciente, atenta y emocionante. Y quienes lo sintieron, no se preocupen porque volverán a sentirlo si están atentos, si se quitan temores, si dejan de lado resentimientos y se abren a vivir el amor. ¡Feliz San Valentín!
Por Rosanna Toraglio
Periodista de Primera Edición





