La Policía Rodoviaria Federal (PRF) de Brasil detectó un creciente número de turistas argentinos que intentan evadir las sanciones por exceso de velocidad en las rutas del país, una práctica que ha llamado la atención de las autoridades locales. En particular, se observó un incremento en las alteraciones de patentes de vehículos, una táctica empleada para evitar la detección de los radares de velocidad.
Este fenómeno ha tenido un aumento significativo en el estado de Río Grande do Sul, donde los turistas argentinos utilizaron métodos como cinta aisladora, marcadores, salpicaduras de barro y hasta trozos de tela colgando de las matrículas para modificar o cubrir los números de las patentes.
El objetivo de estos conductores es eludir las multas por exceso de velocidad, especialmente en las vías que conectan con las populares playas de Santa Catarina y Río Grande do Sul, destinos turísticos muy frecuentados por los argentinos.
Un problema creciente en el sur de Brasil
Durante los primeros 15 días de 2025, 26 turistas argentinos fueron multados con casi 300 reales (alrededor de 60.000 pesos argentinos) por modificar sus patentes. Además, se les exigió regularizar las matrículas para poder continuar su viaje sin mayores inconvenientes.
Este tipo de infracción es especialmente común en la ruta BR 290, una de las principales arterias que conecta Argentina con Brasil a través del puente Paso de los Libres-Uruguayana, utilizada por numerosos turistas.
Los turistas argentinos no solo alteran sus matrículas, sino que también recurren a la cobertura de las mismas con elementos como cinta adhesiva o suciedad para dificultar la visibilidad de los números y letras en los radares.
Estos métodos no son solo una infracción menor, sino que representan un delito grave según la legislación brasileña. Manipular las placas de los vehículos en Brasil es considerado una infracción seria, y quienes sean sorprendidos realizando esta práctica deben corregir la adulteración para evitar que el vehículo sea retenido y trasladado a un depósito.
Las sanciones por exceso de velocidad también son severas, comenzando en 880 reales (aproximadamente 175.000 pesos argentinos), una multa considerable para quienes no respetan los límites de velocidad establecidos en las rutas brasileñas. En las vías de un carril por lado, la velocidad máxima permitida es de 100 km/h, mientras que en las autovías el límite es de 110 km/h.
Preocupación por las placas ilegibles
Además de las alteraciones intencionales, la PRF también ha registrado infracciones relacionadas con vehículos que circulan con matrículas ilegibles debido a daños o desgaste excesivo. Las placas que no permiten una correcta identificación del vehículo también están sujetas a multas y sanciones.
En 2024, un total de 997 conductores extranjeros fueron multados por circular con matrículas ilegibles en Brasil, siendo la mayoría de ellos argentinos. Las autoridades brasileñas han intensificado los controles en las rutas más frecuentadas por los turistas para evitar este tipo de infracciones.
(Con información de Clarín)
