En Argentina, las enfermedades cardiovasculares constituyen la primera causa de mortalidad, siendo la aterosclerosis la que ocasiona el mayor porcentaje de los decesos por dichas patologías.
Dentro de los factores de riesgo se encuentran los no modificables tales como edad, géneroy antecedentes hereditarios, y los modificables como es el caso del sobrepeso u obesidad, tabaquismo, sedentarismo o dieta rica en grasas.
Atentos a esta problemática, investigadores buscan descender los niveles de colesterol y reducir los factores de riesgo de las enfermedades cardiovasculares a través del uso de aceite de cascara de mandarina.
La aterosclerosis es una enfermedad inflamatoria, multifactorial y progresiva producida por el depósito de moléculas lipídicas en las paredes de las arterias.
Los niveles elevados de colesterol plasmático, y consecuentemente de las lipoproteínas de baja densidad (LDL) que lo transportan, pueden promover un proceso inflamatorio en la pared vascular con el reclutamiento y activación de células del sistema inmunitario y oxidación de las LDL, marcando el inicio de la lesión aterosclerótica.
La obstrucción de las arterias por las placas de ateroma ocasiona una disminución de la irrigación sanguínea, y como consecuencia puede producirse angina de pecho, infarto de miocardio, hemorragias y trombosis cerebrales o aneurismas.
En los últimos años se ha demostrado el gran potencial que posee el aceite de cáscara de mandarina como hipocolesterolemiante y antioxidante. Por lo tanto, la ingesta de estos compuestos naturales lograría un descenso de los niveles de colesterol y de especies reactivas de oxígeno (estrés oxidativo), disminuyendo el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares.
Una tendencia que crece
El té de cáscaras de mandarina es una bebida natural que, como su nombre lo indica, se elabora aprovechando la piel de esta fruta cítrica. Aunque la mayor parte de las personas acostumbra a consumir solo la pulpa de la fruta, lo cierto es que su cáscara también concentra nutrientes que contribuyen a promover el bienestar.
¿Qué puedes obtener con este ingrediente? De acuerdo con datos de un estudio publicado en la revista Archivos Latinoamericanos de Nutrición, la cáscara de mandarina contiene más fibra en comparación con otras pieles de cítricos como la de naranja y pomelo. Asimismo, fue superior en su contenido de magnesio y carotenoides. En menor medida, también contiene ácido ascórbico.
Esta misma publicación sugiere que la cáscara de mandarina es la más adecuada para reducir el riesgo de enfermedades cardiovasculares y otros trastornos asociados con la oxidación de lípidos. No obstante, son necesarios más estudios al respecto.
¿Ayuda a dormir en 5 minutos?
En los últimos años, el té de cáscara de mandarina se popularizó como un remedio para dormir “en 5 minutos”. Sin embargo, hasta la fecha no hay evidencias científicas que respalden este hecho y, por tanto, sus efectos se quedan solo en lo que dicen algunos testimonios.
La cáscara de mandarina concentra nutrientes y antioxidantes que se han asociado con beneficios en la salud. Sin embargo, no hay investigaciones que respalden que pueda ser beneficiosa para combatir el insomnio. Mucho menos existen pruebas que demuestren que pueda ayudar a dormir “en 5 minutos”.
En todo caso, al ser un remedio extendido en la cultura popular, hay quienes sugieren que les ha funcionado cuando no consiguen conciliar el sueño pronto.
En general, no hay registros de efectos secundarios por el consumo de esta bebida, excepto en caso de alergia a los cítricos. Además, su consumo puede acarrear otros beneficios interesantes.
¿Cómo preparar té de cáscara de mandarina?
Primero, toma una olla y pon el equivalente de una taza de agua a hervir. Cuando llegue al punto de ebullición, agrega la cáscara de mandarina, baja el fuego y déjala hervir unos 2 o 3 minutos.
Si deseas, agrégale una cucharadita de manzanilla, lavanda o valeriana. Estas plantas son relajantes y recomendadas para dormir.
Cuando esté listo, déjalo reposar unos minutos y consúmelo antes de ir a la cama.