La recesión en la compra de combustibles es brutal, pero a la caída del gasoil, que ya lleva una acumulación negativa de 10 meses, simplemente revela la parálisis en el agro. “Achicamos gastos por todos lados, mermamos la compra de nafta, gasoil, aceite. Ni hablar que mucho menos podemos hacer renovación de nuestras motosierras ni guadañas, y por lo que sabemos las ventas de esto último también cayeron casi a cero”, graficó a Eco&Agro el productor y dirigente yerbatero Luis Alberto Andrusyszyn.
Quien agregó: “El recorte que tuvimos que hacer también le tocó a los fertilizantes y la tarea cultural (mantenimiento) en nuestros cultivos, que, si bien, se hace es en porcentajes ínfimos que no llegan ni al 30% y solo en lo que respecta a la tarea de abonar. Con los herbicidas pasa lo mismo, se está notando que la gente no puede ni limpiar las plantaciones, salvo algunos que tienen algún resto de dinero”.
Esta situación golpea como efecto colateral a todas las tareas de inversión en mejoramiento de las chacras, que se ha desplomado, según los colonos.
“En la mejora de los potreros tampoco son muchos los que se pueden permitir cambiar los alambrados imagínese mejorar el plantel, ha caído muchísimo ese tema. Además, especialmente en yerba mate, se está notando una caída muy grande, si esto no se revierte, el año que viene nos va a traer pésimas consecuencias y aunque la industria hable de superproducción, la verdad, me permito descreer que haya. Es más, incluso va haber una caída importante el año que viene porque no se han podido hacer las tareas de mantenimiento”, señaló enfático.
Modelo económico
“Lo que se está dando a nivel país se replica en las chacras de Misiones y la merma en el consumo se aplica a todos los sectores, desde la nafta al consumo de carne”.
“Es una clara consecuencia del modelo de gobierno. Todo está encarecido, los precios de los repuestos de nuestras herramientas no dejan de subir. Los indicadores de inflación y de consumo no son reales. Es muy preocupante”, aseguró por su parte el colono yerbatero Jorge Scripzuk.
“Los obreros rurales están atravesando una crisis muy fuerte, los tareferos no están consiguiendo trabajo para limpiar los yerbales, porque el productor chico no le puede pagar. Así que la crisis alimentaria que están teniendo ya es muy importante”, aseguró sobre ese vulnerable sector de los trabajadores.
Sin poder de compra
“Gasoil y repuestos son dos cosas de primera necesidad en las chacras, no tener poder de compra repercute en la rentabilidad del productor. La yerba cayó 50% de la producción mientras que los insumos fueron subiendo, entonces el productor no esta haciendo las limpiezas, tampoco esta fertilizando eso va a redundar en otra crisis a mediano plazo. Es triste volver a repetir lo que ya vivimos décadas atrás”, remarcó al referirse a la fuerte crisis ocurrida en los ‘90 a partir de la desregulación del mercado.
El dirigente tealero, Cristian Klingbeil también fue consultado por Eco&Agro a quien contó: “A los productores no se los ve cargando fertilizante en sus camionetas, ya hay menos demanda para dar trabajo a quien hace la tarea de fertilizar. Se utiliza menos tractor y no se contrata a nadie para machetear, se procede a una pasada de glifosato, que controla los yuyos por algunos meses y hasta ahí”.
“Todo esto lleva a menos horas de tractor, de motoguadaña, menos compra de combustible porque, como cayeron los precios, en la chacra todo empieza a moverse menos”, acotó Klingbeil.
Y graficó: “Se ven muchos teales que no fueron acondicionados, canteados ni podados, están parcialmente abandonados, ni la arada para aflojar la tierra en los yerbales tampoco se está haciendo”.
“Cada indicador que uno mira, está en rojo y demuestra que hay una caída fuerte de la inversión en las chacras”.
Por último, Waldemar Schiwer: “Tenemos que reducir personal porque no hay plata para solventar la tarea que hay que hacer en las chacras. También reducimos el uso de nuestra maquinaria para sobrevivir, aguantar hasta diciembre para llegar con esperanza a la cosecha de te. En mi caso, por el momento estamos invirtiendo en los teales, porque la yerba rindió poco se vende a precio irrisorio y viene en picada”.
“Para dar el ejemplo a los demás productores de quienes soy referente no coseché el 70% de mi yerba, porque vengo diciendo que no hay que entregarla regalada soy consecuente con lo que digo. A mi me gusta ser transparente”, contó ocupado en las labores del campo de té que tienen mejor rinde y hay demanda.