SAN ANTONIO. Todo indica que el agricultor de 72 años que el domingo pasado ultimó a tiros a su hijo en el paraje Barbacuá, distante a veinte kilómetros del ejido urbano de este municipio, habría actuado en defensa propia. La teoría surge de los datos obtenidos en la investigación. Además, la madre de la víctima declaró en ese sentido.“Venía a matarme”, habría dicho respecto de la conducta de su primogénito ante el juez Juan Pablo Fernández Rissi, quien subroga el Juzgado de Instrucción 2 de Eldorado.El luctuoso episodio se produjo el domingo pasado, a las 20.30, en una vivienda del barrio Cerámica del paraje Barbacuá, jurisdicción del municipio de San Antonio.Allí se produjo una discusión entre Pedro Eugenio Cardozo y su padre Higinio, por cuestiones familiares. De repente, el primero tomó un cuchillo y arremetió contra su madre.Higinio alcanzó a efectuar un disparo al aire, de disuasión, pero Pedro Eugenio hizo caso omiso al mismo.En ese contexto recibió dos balazos que le quitaron la vida. Uno de ellos le perforó el corazón.El tirador tomó una frazada, el arma y una linterna y se perdió en el monte.Lo encontraron dormido al día siguiente, en horas de la siesta, envuelto en una manta color rojo.Aún conservaba el revólver calibre 38, marca Taurus, de fabricación brasileña, con el que habría ultimado a su primogénito.Una a favor y otra en contra. El hecho de que conservara el arma habla de que no intentó deshacerse de una prueba clave. Pero la circunstancia de no haberse entregado a la Policía puede jugarle en contra en el auto de procesamiento.
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