Se trata de tres trabajadores rurales y un vecino, quienes en principio pueden ser las últimas personas que tuvieron contacto con el dueño de la chacra en Piñalito Norte donde apareció un cuerpo desmembrado. Todavía no pudieron encontrar la cabeza y el torso, continúan los operativos de rastrillajes y la autopsia se haría con las partes que hay, según fuentes judiciales.
La policía continúa la investigación, por ahora como “homicidio”, de quien se cree es José Airton de Olivera (52) cuyo cuerpo sería el que hallaron por partes el pasado domingo en su chacra del paraje 130 o también conocido como paraje Unión de Piñalito Norte.
Las pesquisas determinaron que días antes del último contacto con vecinos y familiares, el hombre había contratado a tres peones para un trabajo rural. Se trata de residentes en un paraje cercano de San Antonio quienes fueron ubicados y declararon en sede policial. También dieron con un vecino con el que supuestamente De Olivera mantuvo varios altercados por los límites de sus tierras o propiedades.
De acuerdo a fuentes en contacto con este Diario, ninguno aportó datos relevantes o que pudieran esclarecer el hecho. Por el momento no se consideran sospechosos y no hay elementos probatorios que los incriminen en su contra, aunque no se descarta que la situación cambie con el correr de los días.
Por otra parte, ayer se realizaron nuevamente rastrillajes en la zona y no se hallaron las partes que le faltan al cuerpo. Se trata del cráneo, tronco y brazos, aunque restos óseos que secuestraron días atrás, son analizados y podrías ser justamente parte de los miembros superiores.
Por eso el juez Martín Brites, titular del Juzgado de Instrucción 1 de Puerto Iguazú, dispondrá que se realicen los exámenes necesarios con muestras de ADN para identificar el cadáver que ya fue remitido a la Morgue Judicial de Posadas y se esperan los resultados preliminares para las próximas horas.







