Miles de ahorristas argentinos perdieron mucho dinero el pasado 5 de agosto por una caída masiva de bonos y acciones de los principales mercados del mundo, lo cual volvió a poner sobre relieve la fragilidad de las burbujas financieras y la necesidad de estar asesorado o preparado para arriesgar en esos ámbitos.

En este sentido, el economista Guillermo Knass brindó un análisis de lo que ocurrió y advirtió que no es lugar para arriesgar sin experiencia. En declaraciones a FM 89.3 Santa María de las Misiones ironizó: “Algunos miraron la película ‘El Lobo de Wall Street’ y salieron a comprar” y agregó que le diría: “Si querés ser millonario, proba más en el casino, que vas a tener más probabilidades”.
En una mirada más global, marcó que los efectos se sintieron con diferentes intensidades. Distinguió como una “caída importante” la del 12% de la bolsa japonesa, lo que atribuyó a una política de tasa cero que adoptó ese país. No obstante le quitó dramatismo a lo que ocurrió en Estados Unidos en particular, donde las principales acciones se retrotrajeron un 3% promedio, y a lo que pasó durante el día en general.
Consejo a inexpertos
Durante los últimos años, se facilitó la posibilidad para los argentinos de realizar inversiones en el mercado estadounidense por los que muchos optaron por hacerlo como una alternativa de ahorro debido a la alta cotización del dólar.
Knass sostuvo que “los jugadores argentinos” en la bolsa norteamericana fueron los grandes perdedores de las jornadas, ya que los índices de Wall Street se hundieron 3%, y advirtió que la inversión en los mercados de capital requiere conocimiento y experiencia.
“Estos dos años que pasaron fueron años de euforia, sobre todo para Wall Street”, aseguró. A través de los Certificados de Depósito Argentinos (CDR), muchos inversores pudieron adquirir acciones de empresas norteamericanas y experimentaron rendimientos excepcionales. “NVIDIA, por ejemplo, creció un 700% en dos años”, mencionó, destacando que tales ganancias no son normales y, en muchos casos, indican la presencia de una burbuja.
El docente explicó que las burbujas no son necesariamente malas si se gestionan correctamente. Sin embargo, subrayó la importancia de salir del mercado antes de que la misma estalle. “Hubo mucha euforia, y de golpe esa euforia se vio alimentada”, dijo refiriéndose al fenómeno del “animal spirit” donde la euforia colectiva impulsa aún más las inversiones.
Un aspecto crítico que el entrevistado destacó es la diferencia entre comprar expectativas y la realidad de los mercados. “Vos estás comprando expectativas, y las expectativas pueden o no cumplirse”, afirmó, advirtiendo que así como las acciones pueden subir, también pueden bajar. Utilizó el ratio PER (Price Earnings Ratio) para ilustrar cómo los valores inflados de las acciones pueden desinflarse cuando las expectativas no se cumplen.
Desde junio, los mercados norteamericanos han estado corrigiéndose, y figuras influyentes como los directivos de NVIDIA y Warren Buffett (vendió casi la mitad de sus acciones de Apple) han vendido grandes posiciones, lo que ha sorprendido a los inversores, pero explicó que son conocedores del mercado y se están anticipando.
Knass enfatizó la importancia de no tratar los mercados de valores como un casino. “Por más que ahora, dado en los home banking, está a un solo clic comprar un CDR, sin antes informarse bien, sobre todo definir cuánto están dispuestos (a perder), su perfil de riesgo”, aconsejó.
Qué pasó el “lunes negro”
Como en “efecto mariposa” el desplome de las bolsas de Asia generó presión en los activos argentinos desde antes de la apertura oficial del mercado, golpeando tanto a bonos como acciones argentinas, que cerraron en rojo. Al compás del humor global.
En Wall Street, los ADRs llegaron a perder más de 12% en el premarket, cerraron con bajas de hasta 4,6%. En la bolsa porteña se frenó la sangría inicial que llevó al Merval a caer más de 8% en la apertura y el principal indicador cerró con una baja de 0,9%.
En tanto, los bonos también achicaron los rojos que vieron temprano, pero aún así terminaron con caídas de hasta 2,4%. El inestable panorama impactó en el riesgo país, que llegó a dispararse por encima de los 1.700 puntos, pero luego retrocedió y terminó en torno a las 1.636 unidades. Este nivel, el máximo en los últimos cinco meses, aleja a Argentina de una posible vuelta a los mercados.





