El hombre salió a bordo de su remís desde su casa en la localidad salteña de Pichanal y con destino a la ciudad de Perico, en Jujuy, adonde nunca llegó.
Tras el paso de las horas su familia no tuvo más contacto con él y decidió realizar la denuncia por su desaparición. La última vez que lo vieron con vida fue el martes 26 de marzo pasado.
Efectivos jujeños encontraron y detuvieron a un joven de 23 años en el barrio El Triángulo, en la ciudad de Libertador General San Martín, mientras desarmaba un vehículo, minutos después se supo que se trataba del remís Chevrolet Corsa color verde oscuro del trabajador del volante Luis María Quesada (58).
Al día siguiente, es decir el pasado domingo 31 de marzo, los efectivos hallaron el cuerpo de la víctima. Estaba en un camino alternativo a la localidad jujeña de Caimancito, a unos 70 kilómetros de su domicilio, de donde salió el día que desapareció. Tenía 30 puntazos. Con el automóvil en su poder y un detenido, la policía profundizó las pesquisas. Fue así que por cámaras de seguridad identificaron a los dos principales sospechosos.
Fueron vistos en una estación de servicio donde estuvo la víctima y también en un alojamiento de la localidad jujeña de Libertador General San Martín, a una hora de viaje de donde fue hallado el cuerpo del remisero. En ese hostal también fue detenido otro sospechoso (al igual que el anterior fue acusado de encubrimiento).
Aún faltaba la captura de los principales acusados, que recién se concretó gracias a la colaboración de la Policía de Salta.
Las detenciones
Los dos hombres de Misiones fueron ubicados y arrestados en las últimas horas en la ciudad salteña de Orán y posteriormente, vía exhorto, trasladados a Jujuy.
Tras su captura se supo que tienen antecedentes penales, uno de ellos es apodado “Brasileño”.
No tenían paradero fijo. En Salta tuvieron residencia en Salvador Mazza y en Tartagal. En base a las pistas se supo que tras cometer el crimen se habrían alojado en Libertador General San Martín y luego permanecieron ocultos en ciudad salteña de Orán.
Hasta el momento, el crimen de Quesada está caratulado como “homicidio simple”, pero se espera que con el correr de las horas, el agente fiscal cambie la calificación legal y que los presuntos autores del crimen sean imputados por “homicidio agravado por el uso de arma y alevosía”.
Para los investigadores el móvil del hecho fue para robarle su vehículo modelo 2008. Incluso estuvieron ofreciendo las partes a la venta. La autopsia determinó que Luis María Quesada fue atacado en estado de indefensión y recibió 30 puñaladas en distintas partes del cuerpo.
Los presuntos autores materiales del hecho no tenían vinculación con la víctima, por ello se cree que fue un robo al voleo.
El abogado querellante de la familia del trabajador del volante, Juan Bartolini, dialogó con PRIMERA EDICIÓN, y confirmó que “estos individuos (por los sospechosos), cumplieron condenas por robos a mano armada y al poco tiempo de salir habrían asesinado al remisero”.