Argentina, como tantos otros países, enfrenta una serie de desafíos estructurales que parecen enquistarse en el tiempo desafiando una y otra vez la capacidad de encontrar soluciones duraderas.
En este contexto, el diálogo emerge como un pilar fundamental para construir consensos y alcanzar acuerdos que permitan abordar estos problemas de manera efectiva.
No se trata simplemente de intercambiar ideas o posiciones. Debe ser un proceso genuino, abierto e inclusivo, donde todas las voces sean escuchadas y valoradas.
Es fundamental que se den las condiciones para que los diferentes actores sociales, políticos y económicos puedan expresar sus puntos de vista con libertad, sin temor a represalias y sin temor al conflicto. Es desde el disenso donde deben construirse los consensos.
Un diálogo efectivo permitirá la tan necesaria construcción de confianza, fundamental para alcanzar acuerdos duraderos. Solo con las debidas condiciones para el diálogo podremos lograr la comprensión mutua de necesidades y preocupaciones, a partir de la cuales pensar en opciones e identificar soluciones.
A lo largo de su historia, Argentina ha experimentado algunos ejemplos de diálogos exitosos que han permitido abordar problemas importantes.
Sin embargo, también enfrenta una serie de desafíos, como la fuerte polarización política, la crisis de confianza que desanima la participación ciudadana y la mirada cortoplacista que dificulta la búsqueda de soluciones duraderas.
John Paul Lederach, en su libro “La imaginación moral”,en el que investiga -entre otras cosas- el riesgo en la construcción de paz, cita a John Brewer quien, reflexionando sobre Irlanda del Norte, comenta: “En nuestro contexto de más de treinta años de conflicto, conocemos la violencia, el miedo y la división. El misterio es la paz! La gente teme a la paz. Es apasionante y aterradora a la vez. Esto es un misterio. La paz te exige mucho.
La paz pide compartir la memoria. Te pide compartir el espacio, el territorio, lugares específicos, concretos. Te pide compartir un futuro. Y te pide que hagas todo esto con tu enemigo y en su presencia. La paz es misterio. Es adentrarse en lo desconocido”.
El camino de la construcción de paz requiere esfuerzo, el diálogo requiere de condiciones para ser productivo y sustentable. Hoy es fundamental y urgente seguir impulsándolo como un camino hacia un futuro mejor. Seamos valientes para atrevernos a correr el riesgo y trabajar con ahínco en este camino hacia la paz.
Valeria Fiore
Abogada-Mediadora
IG: valeria_fiore_caceres