Desde las fértiles tierras de Colonia Aurora, el colono Adrián Pes confirmó que está quedando atrás el mal momento para los productores de maíz.
“Pese a que no tuvimos lluvias en el momento exacto y eso nos llevó a reportar pérdidas en los rindes, en lo personal pensé que íbamos a seguir con vacas flacas, pero no fue así y coseché un poco más de lo esperado”, contó con optimismo a ECO & AGRO.
“Mi producción de maíz no fue alcanzada por el mal clima ni por las plagas, planté un mes después (el momento tradicional es hacerlo en agosto), pero como sé que la chicharrita ataca los maizales en ese tiempo, retrasé un poco la siembra y zafé con la chicharrita, por lo cual tampoco me hizo falta aplicar veneno para esa plaga que liquida la planta directamente”, confió Pes contento porque aparte de las buenas lluvias su campo logró buenos resultados gracias a los cuidados sustentables.
Y amplió: “Colegas míos venían comentando que la cosecha llegó a los 3 mil kilos por hectárea, en los mejores casos y en mi caso el promedio alcanzó los 7 mil kilos, que si bien no es un número récord porque hubo años en los que superé los 10 mil kilos, pero tampoco es malo como sí lo fue para otros cultivos como la soja y el tabaco”.
El precio sigue sin ser favorable del todo, en la actualidad el mercado paga $190 el kilo “pero todo indica que tiende a mejorar”, especificó Pes.
Y luego acotó: “No nos están dando precios excelentes, todos lo sabemos en lo que se consigue, pero tenemos confianza que tenderá a mejorar, uno lo ve permanentemente cuando circula las rutas”.
Lo mismo remarcó el colono Diego Lenquen de El Soberbio quien aseguró que “está muy lindo el maíz tardío”, teniendo en cuenta que hace algunas temporadas venía muy mal.
“Si uno compara lo que ocurre ahora con lo que venía pasando hasta la campaña pasada todo mejoró, obviamente estamos frente al flagelo de la inflación y a la suba de costos, que para la nueva siembra nos implica subas de más de 200%, pero indudablemente en cuanto al clima estamos más equilibrados”, aseguró en tanto Adrián Pes.
Costos de producción
De todas maneras, para cantar victoria hay que esperar el final de la cosecha, porque los gastos que se tuvieron al momento de la siembra estarán muy lejos de ser los mismos para la que arrancará en algunos meses.
“Nosotros estamos lo que se cosechó con un dólar a $370, hablando del oficial, que ahora está casi en $900. Cuando tengamos que comprar esos insumos importados es donde vamos a tener verdaderamente claro el escenario. Mientras tantos, tenemos firmes esperanzas que todo mejore en estos meses”, deseó el productor.
“Cuando tengamos que reponer semillas y fertilizantes vamos a poder ver qué tan ajustada va a estar la cosa; sin embargo, desde mi punto de vista y de mis colegas vemos una luz de esperanza, porque nosotros que estamos en la ruta trabajando permanentemente ya estamos palpando que mejoraron cuestiones básicas como el flete y otras cosas”.
Los colonos consultados cuestionaron por otra parte la actitud especulativa de la industria, que estiró los acuerdos de precios y que por ello, recién ahora hay más cintura para la negociación y por eso se está reactivando.
Se vuelca en el mercado interno
Los cereales que se producen en la tierra colorada como el maíz y la soja tienen una escala reducida, por lo tanto en su mayoría se comercializan en el mercado interno, ya sea por medio de convenio con grandes empresas, como COFRA en su momento o bien con algunas cooperativas menores, pero en general la producción se ubica localmente. Los pequeños productores tienen más o menos ese circuito de venta con las cooperativas de trabajo que nuclean a productores avícolas o porcinos de la zona norte al centro.