El Pacto de Mayo, convocado por el presidente Javier Milei a los gobernadores como señal de comienzo de una nueva etapa de diálogo con las provincias después de dos meses de enfrentamientos, ya tiene el primer rechazo: los gremios contra el Impuesto a las Ganancias.
Es que el Presidente quiere imponer un nuevo esquema de reparto fiscal con los gobernadores pero antes les exige que acompañen la Ley Ómnibus y aprueben el regreso del cobro de Ganancias a los trabajadores con los sueldos más altos.
Para los gobernadores es una caja tentadora ya que les mejoraría los ingresos por coparticipación. Pero los sindicatos advierten que no aceptarán y lucharán con todas las herramientas disponibles para que ese tributo no se vuelva a aplicar sobre sus ingresos. En este sentido, los gremios con los sueldos más altos están elaborando proyectos alternativos pero tampoco descartan salir a la calle de ser necesario.
“Estuvimos casi ocho años buscando una definición sobre Ganancias, negociamos con las empresas, con el gobierno de (Mauricio) Macri y el de Alberto (Fernández). Logramos sacar el Impuesto a las Ganancias a los trabajadores el año pasado. No solo los bancarios estamos con ese tema, hay otras organizaciones que piden lo mismo”, dijo José Luis Ruiz Moreno, de La Bancaria en Misiones.
“Este presidente (Milei) apoyó la eliminación del Impuesto a las Ganancias cuando era diputado nacional. Hoy se olvidó de todo y quiere volver a poner en vigencia el impuesto. No nos vamos a quedar ni tranquilos ni quietos porque este impuesto a los salarios nos perjudica y más en esta época de inflación”, advirtió el sindicalista en declaraciones a FM 89.3 Santa María de las Misiones.
En tanto, Mirta Chemes, una de las integrantes del triunvirato que encabeza la Confederación General del Trabajo de Misiones (CGT) señaló a PRIMERA EDICIÓN que “realmente sería nefasto volver hacia atrás con el Impuesto a las Ganancias en la cuarta categoría. Es una lucha que este sindicato viene llevando adelante hace muchísimos años porque consideramos que el trabajo no es ganancia”.
“Nosotros siempre hemos dicho que Ganancias es un impuesto al trabajo. Entonces, mal podríamos aceptar semejante barbaridad. O sea, es otro ajuste al trabajador”, remarcó.
“Es una barbaridad que este Gobierno pretenda tener superávit con el ajuste a los trabajadores, quitándole plata a los trabajadores, a los jubilados. Realmente sería un retroceso en los logros sindicales en defensa del salario de nuestros representados”, enfatizó la dirigente.
Aclaró que “la CGT va a repudiar y va a rechazar semejante atropello a los acuerdos hechos con el gobierno anterior, que ha entendido que Ganancias no debe ser aplicado a los trabajadores. Lo que debería suceder es que se elimine el impuesto a las Ganancias en la cuarta categoría. Debería eliminarse de pleno de la ley del Impuesto a las Ganancias”.
Ruiz Moreno también adelantó que “vamos a pedir a las Provincias que se opongan a la aprobación del impuesto. Ya lo hicimos en años anteriores a través de la conducción nacional del gremio y vamos a volver a hacerlo”.
“Los gobernadores están muy callados, deberían tener otra actitud, pidiendo diálogo. Nosotros somos parte de la discusión del Impuesto a las Ganancias, el gremio tiene que participar. No somos dueños de la verdad pero podemos aportar. El problema es que este muchacho no quiere dialogar con nadie”, añadió el dirigente de La Bancaria.
Quienes pagan
La ley vigente establece que anualmente queda libre del “impuesto cedular sobre los mayores ingresos” un monto igual al salario mínimo, vital y móvil (SMVM) multiplicado por 180. En términos mensuales y según los valores actuales, eso significa que no tributan los sueldos brutos de hasta $2,34 millones.
El proyecto del presidente Milei, que fue enviado al Congreso pero luego retirado en enero de la Ley Ómnibus, propone cambiarle de nombre: el impuesto pasaría a llamarse Ingresos Personales, y reincorporaría algunas deducciones. Si se hubiera aprobado, el menor salario bruto alcanzado por ese impuesto sería de $1,25 millones (sin familia a cargo), $1,42 millones (con dos hijos), o $1,59 millones (con deducciones por dos hijos y cónyuge).
Al tratarse de un impuesto coparticipable, su recaudación se reparte entre la Nación y las provincias, es decir que tanto Milei como los gobernadores se verán beneficiados de su aprobación. Los únicos que pierden son los gremios y los trabajadores con sueldos desde esos números, que son justamente los que rechazan la ley.
Milei parece haber elegido a los sindicatos como uno de los principales enemigos, integrantes de la “casta” al igual que los gobernadores y el Congreso. El enfrentamiento es inminente.
Reforma laboral
Al respecto de la reforma laboral que impulsa el Presidente, el dirigente del gremio bancario sostuvo que “estamos de acuerdo porque la tecnificación de las empresas en el sector bancario ha dejado de lado cosas que tenemos que acompañar”.
“En la pandemia si las empresas no estaban tecnificadas la gente no hubiera podido ni entrar a los bancos y pudo acceder”, dijo.
Pero aclaró que “cuando dicen que te quieren sacar el aguinaldo, facilitar los despidos, quitar días de licencia, retroceder todo, eso no es reforma laboral sino sacarte derechos”.
“No buscamos conflicto, estamos abiertos al diálogo. Pero donde tocan los derechos de los trabajadores tendremos que reaccionar”, advirtió.
Banco Nación, en alerta
Ruiz Moreno señaló que “aparecen todos los días cosas nuevas, ahora al Banco Nación lo quieren hacer Sociedad Anónima o privatizar. Los trabajadores están expuestos a quedarse sin trabajo porque conocemos lo que es privatizar un banco”.
“Sabemos como empieza y cómo termina esto de las privatizaciones. No es que nos están contando una historia que no conocemos”, dijo.
Y comentó que “vamos a presentar un proyecto para preservarlo, con un millón y medio de firmas, como para decirle al Gobierno que no estamos en contra de la tecnificación del Banco Nación, pero creemos que se lo debe cuidar”.
“Es un Banco que tiene 130 años, más de 700 sucursales, está en los lugares donde la banca privada no va porque no es negocio. Está en los lugares que la gente necesita”, finalizó.