Pasaron poco más de tres décadas desde que Margarita Carlotto (76) se aventuró en el proyecto de instalar su aserradero cuando aún el Parque Industrial de San Vicente era solo un proyecto. Fueron años duros en los cuales invirtió en su emprendimiento y hasta en hacerse cargo del tendido eléctrico para poder trabajar.
Luego, los tornados que afectaron a esa localidad y destruyeron gran parte de su industria, sumados a los choques con las diferentes gestiones municipales, terminaron con la desafectación de su empresa del Parque Industrial en 2016. Como corolario, en la última semana venció el plazo para el desalojo del predio que la vio como pionera y que será utilizado como una ampliación del cementerio.
“Comencé con el aserradero cuando no era parque industrial todavía. El finado Gallardo (Osvaldo Casiano) era intendente, hizo la mensura muy prolijamente de lo que iba a ser el parque industrial y después comenzaron a repartir las tierras a toda aquella gente que quería hacer una industria y entre ellos estaba yo, porque tenía bastante monte y quería hacer una explotación”, comentó Carlotto a la FM 89.3 Santa María de las Misiones.
Carlotto relató que “en el año 1989 estaba Pellizer (Elvino) como intendente y me dio la autorización pero aún no estaba declarado como Parque Industrial. Fui la primera en hacer la limpieza, las calles y todo. En el 92 comencé con el tinglado y empezamos a armar la industria, todavía sin luz, entonces hubo que llevar el tendido desde lo que sería la ruta 13, hoy avenida Constitución, y después hacer una subestación con un crédito que yo había sacado del Banco Nación”.
Montaje e inauguración
Prosiguió contando que en el año 92 avanzó en el montaje del aserradero “hice una instalación modelo con machimbradora, una excelente carpintería con máquinas que trajimos de Buenos Aires y del Brasil, todas nuevas. En el 94 vino el gobernador Puerta (Ramón) e inauguró el aserradero y fue el primero del Parque Industrial. En esa época gobernaban los radicales acá y eso no les cayó bien para nada y ahí comenzaron un poco los resquemores”.
Resaltó que tuvo que soportar “cuatro tornados sobre mi aserradero y en dos de ellos fue destruido casi por completo. El último fue muy grave, cuando pasó por el barrio Malvinas. De parte de Valdir (Dos Santos, ex intendente) no tuve ningún tipo de atención y a todo el mundo les repartieron dinero.
Necesité de mi bolsillo y de mi sacrificio tres años para poner otra vez en marcha el aserradero, tuve las máquinas tapadas y en el 2016 el presidente del Concejo Deliberante junto con el intendente decidieron desafectarme del Parque Industrial con una ordenanza”.
Carlotto destacó que a partir de entonces transitó un largo camino en el cual intentó, de manera personal y sin abogados, llegar a algún tipo de arreglo con el municipio para recuperar su espacio porque al ser desafectado el aserradero del predio no pudo seguir tributando los impuestos. “Ahí comenzó mi batalla y cometí un grave error en ese momento de no contratar un staff de abogados porque fue de una injusticia increíble porque no me dieron un solo centavo”, dijo.
Luego la empresaria planteó la posibilidad ante el Concejo de comprar esas tierras pero no lo consiguió a pesar de que se había autorizado por ordenanza.
“Junté el dinero y fui personalmente a tratar de pagar el terreno para poder seguir trabajando, facturando, pero me lo negaron diciendo que nos iban a hacer un juicio de desalojo”, recordó y luego de un duro cruce de opiniones “me levanté llorando y me vine. A partir de ahí comenzó mi odisea”.
Carlotto seguidamente contrató a tres abogados, “a los mejores de San Vicente para litigar pero no me garantizaron que pudiera ganar. Fueron tres años en los que tampoco pude facturar con el aserradero , generar nuevos papeles con Ecología, nuevas guías”.
Finalmente las esperanzas de reactivar su predio se fueron desvaneciendo, “yo le dejé a la Municipalidad más de 250 millones de pesos a cambio de mucho menos de la mitad”. Hoy ese terreno será destinado a la ampliación del cementerio de San Vicente.