Cuando te veo, dice un ser humano a otro,
es porque reconoce su esencia, lo que no es poco,
pues es el observador que ve su propia esencia
en su semejante desde su conciencia
y el que observa a través de él, es la conciencia divina,
en el juego donde las almas interactúan que llamamos vida,
que es la misma conciencia que anima a Su Creación
dando dirección según sea su observación.
Cuando descubre que es éste el hilo de oro que une lo creado,
encuentra el camino para volver al Amado.
Bashar: “No existe nada exterior a ti, tú creas la experiencia en tu conciencia que refleja la vibración en la que existes (tu estado de conciencia). Todo está dentro de tu conciencia y depende de tu perspectiva. En tu experiencia puedes crear la apariencia de lo físico en el espacio-tiempo”.
Einstein: “El tiempo es relativo”, es decir que el tiempo depende del observador, introduciéndonos así al mundo cuántico, que describe cómo nos relacionamos con el Universo ya que habla de cómo lo percibimos.
Heisenberg: “Lo que observamos no es la naturaleza en sí misma, sino que está expuesta a nuestro método de preguntas”, por lo que tiene que ver con nuestras creencias, de ahí la perspectiva del observador de Bashar.
Llegamos así al experimento de la doble rendija donde el observador es el que determina el comportamiento de la partícula.
Como en aquello que creemos y nos enfocamos es lo que creamos, deberíamos entrenar la atención pues la mayoría de las experiencias son inconscientes y vienen de la programación que grabamos en el primer septenio, de ahí la necesidad de ir más allá de lo conocido y meditar para pasar a un estado de conciencia superior pues lo que creíamos que existía pertenece al mundo de los sentidos con que la conciencia observa a la experiencia humana.
Cuando desde esa conciencia vemos a nuestros semejantes y reconocemos que su esencia divina y origen es el mismo que el nuestro, no podemos más que honrar su presencia y amarlo como a nosotros mismos, así descubrimos que somos Uno con nuestro Creador y que es éste el retorno al Amado.
Graciela del Carmen Zaimakis de Abraham
Escritora/ Escuela de Pensamiento
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