El poco margen de defensa legislativo del oficialismo casi que garantiza una nueva derrota. Javier Milei volverá a ponerse a prueba en el Congreso, esta vez, para comenzar el tratamiento del mega DNU 70 de desregulación económica que el Gobierno nacional dictó en diciembre pasado.
Al margen de la desventaja legislativa, la otra herramienta de la que intenta valerse el Presidente tiene en evidencia más problemas.
Existe de por medio una compleja discusión legal referida a los plazos para tratar el decreto en la Comisión Bicameral Permanente de Trámite Legislativo. Es que los tiempos para emitir un dictamen ya están vencidos y, por lo tanto, debería ser discutido y sometido directamente a votación en el recinto del Senado o de la Cámara de Diputados.
El oficialismo, en tanto, intentará dilatar lo más posible ese escenario, ya que Unión por la Patria tiene 33 senadores y está a tan solo cuatro votos de lograr la mayoría necesaria para rechazar el DNU.
De todos modos, para poder invalidar el decreto se requiere el rechazo de ambas cámaras (de lo contrario queda definitivamente avalado y vigente), por lo que si el Senado avanzara en esa dirección luego el oficialismo podría juntar una mayoría junto a los bloques de la oposición dialoguista para aprobarlo.