Un “pandillero” chino de Nevada (Estados Unidos), llamado Gee Jon, pasó a la historia no tanto por sus crímenes sino como la primera persona de la historia en ser ejecutada oficialmente con gas letal.
Jon fue condenado a muerte como autor del asesinato de un integrante de otra pandilla rival, en pleno apogeo de la violencia en los famosos “locos años ’20” en EEUU
La ejecución de la sentencia se llevó a cabo en la prisión estatal de Nevada, en Carson City, el 8 de febrero de 1924.
Nevada había adoptado el gas letal en 1921 como un método “más humano” para ejecutar sus sentencias de muerte, en oposición a las técnicas tradicionales de ejecución por ahorcamiento, fusilamiento o electrocución.
Durante una ejecución con gas letal, se sella al prisionero en una cámara hermética y se deja caer cianuro de potasio o cianuro de sodio en una olla con ácido clorhídrico. Esto produce gas cianhídrico, que destruye la capacidad del cuerpo humano para procesar la hemoglobina sanguínea. El prisionero cae inconsciente en segundos y muere asfixiado, a menos que contenga la respiración, en cuyo caso el prisionero a menudo sufre violentas convulsiones hasta por un minuto antes de morir.
El gas como método para llevar a cabo la pena capital fue reemplazado en gran medida por la inyección letal a fines del siglo XX, aunque hace apenas dos semanas, el 25 de enero en Alabama, un homicida de 58 años fue ejecutado mediante gas nitrógeno puro, en una controvertida decisión.
Fuera de los Estados Unidos, ningún otro país ha adoptado el gas letal como método constitucional para ejecutar la pena de muerte.
Fuentes: La Opinión e Infobae