Vecinos de Bernardo de Irigoyen se movilizaron hasta la Cooperativa de Agua de Bernardo Irigoyen (COOPABIL) para exigir una asamblea extraordinaria donde se explique a la comunidad las razones por las que hace más de 20 años el servicio se mantiene más días cortado que activo cada semana.
“Hace más de 20 años que sufrimos en Bernardo de Irigoyen una problemática de faltante de agua potable. No es que no tengamos agua en toda la semana, sino que mandan una vez a la semana por barrio y la verdad es que no alcanza, hay barrios que quedan 15 a 20 días sin agua. Cuando tenés agua, la gente junta en el tanque, en tachos, cuando llueve destapa los tanques para juntar agua de lluvia… soy docente y tengo colegas que llevan el lavarropas en el auto para lavar la ropa en la escuela cuando llega el agua porque muchas veces te pasa que volvés a tu casa y te das cuenta que mandaron agua y no pudiste lavar nada. Así vivimos desde hace años”, describió el docente Mario Melgarejo en diálogo con PRIMERA EDICIÓN.
La irregularidad del servicio altera las rutinas de las familias de la localidad, “me pasa a mí y a muchos vecinos que, por ejemplo, te mandan agua el martes y justo estás trabajando y entonces no podés lavar la ropa ni la casa porque tenés que aguantar con ese tanque hasta la otra semana. Cuando vine a la cooperativa, les dije ¿qué hago? ¿falto a la escuela para limpiar la casa y lavar la ropa? Esto nos sucede a todos los vecinos”, explicó el entrevistado.
Para ahorrar agua
Según confió Melgarejo, “con el baño es todo un tema, cuando vas a hacer el número uno tenés que dejarlo en el inodoro y no descargar el agua… nosotros somos cinco en la familia y tenemos que hacer los cinco primero para dar la descarga y así poder cuidar el agua porque sino te quedás sin agua muy rápido”.
Consultado sobre qué ocurrió para que ahora la gente se decida a reclamar pese a que padece esta situación hace muchos años, el docente consideró que “este último tiempo se despertó el pueblo. Subí un video haciendo un reclamo y se viralizó, es como que la gente se prendió… ahora estamos frente a COOPABIL, hicimos una marcha pacífica por el pueblo y paramos frente a cooperativa donde pese a ser jueves no hay nadie, está todo cerrado y no hay una sola persona que nos reciba ni nos dé una explicación. Nosotros pedimos y exigimos una asamblea extraordinaria para que alguien rinda cuentas de lo que está pasando, para que nos cuenten porqué no tenemos agua, para que nos den las rendiciones porque no sabemos qué pasa con la plata, queremos conocer cuál es la problemática de la infraestructura del sistema de agua potable que hay en el pueblo”.
Según contó, “es tan turbio y oscuro todo que hicimos una nota y vinimos a COOPABIL a preguntar a nombre de quién hacemos la nota porque no sabemos quién es el presidente y no nos pudieron dar esa información”.
“Hay un negocio detrás”
Los vecinos que ayer se movilizaron exigieron a la COOPABIL que presente la rendición de cuentas, pues la última rendición data del año 2006.
Además, según recordaron, la última asamblea fue en 2018 pese a que el estatuto de la cooperativa establece que las asambleas deben realizarse cada dos años.
“Por eso, los vecinos pedimos una asamblea para saber qué está pasando. Y como aclaré en todos lados, esto no es con una bandera política, soy docente, no quiero ser intendente ni político. Lo que quiero es tener agua, abrir la canilla a la mañana antes de ir a trabajar y lavarme los dientes y la cara como cualquier persona. No quiero un parque de diversiones para Bernardo de Irigoyen, quiero agua potable en la canilla”.
Melgarejo contó que son cinco en su familia y paga 5.000 pesos de agua mensual, “que es el mínimo, pero hay todo un comercio detrás de esto, porque nos mandan agua potable una vez a la semana y como no te alcanza un tanque para llegar a la semana tenés que comprar otro tanque. Hay camionetas que te venden un tanque de agua y te cobran 8.000 pesos para llevarte a tu casa… el agua la sacan de la COOPABIL, por eso queremos saber porqué nosotros no tenemos y las camionetas pueden sacar agua para llevarte al tanque. Aparte de los 5.000 de agua, pagás 8.000 por semana para recargar el tanque y así gastás una fortuna. Por supuesto que no todos pueden comprar un tanque todas las semanas”.