El 9 de enero de 2007, el cofundador de Apple, Steve Jobs, daba a conocer el smartphone que marcaría un antes y un después en el rubro de la telefonía móvil.
El aparato llegaría al mercado meses más tarde, en junio de ese año.
Los rumores de que Apple presentaría un teléfono se habían multiplicado desde fines de 2006. Sin embargo, Jobs se permitió jugar un poco con su audiencia al comienzo de su presentación: “Hoy no vamos a presentar un producto revolucionario, sino que vamos a mostrarles tres: primero, un iPod con pantalla ancha y controles táctiles; segundo, un teléfono móvil revolucionario y tercero, un sistema novedoso de comunicación online”.
No obstante, al cabo de unos instantes, reveló: “Estos no son tres dispositivos: es uno solo”.
Así el cofundador de Apple revelaba un nombre que después se convertiría en moneda corriente en el mercado de los smartphones: “iPhone”.