El Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) 70/2023 publicado en el Boletín Oficial apuntó en gran medida a cambios en el ámbito de la salud, con una importante modificación en el rol de las farmacias.
A pesar de establecer su comercialización en lugares habilitados, el DNU permitirá que los medicamentos puedan venderse en locales comerciales y en las droguerías, que ya no solo estarán limitadas a proveer los fármacos.
A su vez, elimina la restricción en locales farmacéuticos, que podrán prestar servicios como centros de atención (oftalmológica, odontológica o médica), sin necesidad de ser un anexo de la farmacia.
En la profesión, el farmacéutico o el bioquímico puede firmar como director técnico de varias sucursales (ya no supeditado a una sola), sumado a que pueden ejercer su profesión en el ámbito privado sin limitarse exclusivamente a la farmacia.
Puntualmente sobre las recetas, las modificaciones de las normativas vigentes obligan a que los médicos únicamente podrán consignar el nombre genérico del fármaco a la hora de prescribir. Por otra parte, apunta a un proceso de digitalización de las recetas, que deberán ser archivadas por un período de tiempo de tres años.
En estado de alerta
Ante esto, la Federación Farmacéutica de la República Argentina (FEFARA) emitió un comunicado donde advirtió que el DNU pretende “desregular la profesión farmacéutica, banalizar al medicamento y afectar la salud de la población”.
Entre sus puntos, cuestionaron una intención “de mercantilizar el medicamento de venta libre como si el mismo fuese inocuo”, junto con “la pérdida de la supervisión permanente e in situ del profesional farmacéutico”.
En el sector, preocupa también “la habilitación a que un solo matriculado pueda ejercer como dueño o director farmacéutico de un sinnúmero de oficinas de farmacias”.
Asimismo, alertan “una pérdida en la calidad de salud de nuestro país permitiendo que cualquier persona sin título habilitante pueda estar al frente de la dispensa del medicamento”.
Sobre esta intención de libre comercialización, FEFARA resaltó que el DNU “pretende desmantelar la cadena de comercialización y dispensa del medicamento argentino permitiendo la venta de las droguerías directa al paciente”.
Por tanto, la Federación solicitó “a los legisladores de ambas cámaras que deben tratar este DNU tengan en cuenta las implicancias que el mismo tendría en la salud de todos los argentinos”.
Puntos preocupantes
En comunicación con PRIMERA EDICIÓN el titular de la Cámara de Propietarios de Farmacias y Botiquines de la provincia (CAPROFARBO), Alberto Ruiz, analizó que el permitir la venta de medicamentos en comercios “es muy preocupante”. A pesar de que aún están analizando las modificaciones de las leyes vigentes, ven “una afectación directa a la actividad”.
Más allá de que previamente existieron convenios para entrega de medicamentos puntuales para pacientes, “nunca jamás las droguerías estuvieron abiertas a trabajar como farmacias”, señaló.
Dejando de lado la visión del libre mercado, Ruiz afirmó que “esto no es corregir, sino una revolución que cambia todo”. Al habilitar la posibilidad que firmen como titulares de varias farmacias, compartió que “eso cambia hasta el costo laboral” y que en los convenios colectivos de trabajo “tampoco está todo tan claro”, agregó.
En el sector de los farmacéuticos sostuvo que “estamos muy preocupados” y por sobre todo remarcó que “queremos claridad”, ante las modificaciones en las regulaciones que estaban vigentes.
Acerca de los medicamentos, en la práctica médica y en la emisión de recetas “la única prescripción va a ser por género, porque antes decía eso, pero en la práctica escribían una marca. Ahora, esto no va a ser así”.
Un riesgo para la salud de la gente
La Confederación Farmacéutica Argentina (CoFa) también compartió un comunicado donde advirtió que el DNU 70/2023 no es más que “un nuevo avasallamiento a nuestra profesión (como ocurrió en la década del ‘90), mediante la total intervención de la letra de la Ley 17565, que regula las tareas de las farmacias y la dispensa de medicamentos en el país”.
Asimismo, alertaron que “esta medida pone en riesgo la salud de la población y el acceso de todos a los medicamentos”. Con la libre comercialización de remedios, aseguraron que esto es peligroso ya que deben respetarse “condiciones de mantenimiento y almacenamiento”.
Comunicaron que se necesita de un seguimiento de profesional capacitado, porque al ser proveedores de fármacos a la población, puede ocurrir que “consumido en dosis no adecuadas puede causar gravísimas consecuencias a la salud de las personas”.