Efectivos de la Policía Federal de Posadas atraparon durante las últimas horas y luego de varias semanas de seguimiento a dos presuntos distribuidores de estupefacientes que se desplegaban por la zona oeste de esta capital, principalmente en automóvil y con el servicio de delivery de cocaína.
La semana pasada los investigadores de la PFA iniciaron los primeros allanamientos, en dos inmuebles de esta capital, en el marco de una investigación por comercialización de droga supervisada por la Fiscalía Federal Primera Instancia 1 de Posadas.
Fuentes confiables y próximas a los pormenores de la pesquisa confiaron a PRIMERA EDICIÓN que se llevaron a cabo dos allanamientos. Uno de ellos involucró un departamento de avenida Lavalle al 2200, y el restante a una vivienda de calle 76 en la chacra 112 en la que los detectives se abocaron a la búsqueda de elementos que evidencien maniobras de comercialización de estupefacientes por parte de los sospechosos que fueron interceptados en la avenida Jauretche (esquina calle Newman) entre Centenario y Tambor de Tacuarí.
Integrantes de la división “Investigaciones Federales Posadas”, detuvieron la marcha de un automóvil Fiat Palio gris sospechado de comercializar drogas en la zona oeste. Identificaron a los dos hombres que regresaban de una venta de cocaína a un grupo de jóvenes del barrio “El Mangal”.
De la requisa al automóvil se secuestró parte del estupefaciente para la venta, además de elementos utilizados para el fraccionamiento, ante lo cual el fiscal Jorge Campitelli, ordenó la detención de los sospechosos a disposición de la jueza Federal de Posadas, María Verónica Skanata.
Los supuestos “dealers” tienen 45 y 42 años y fueron trasladados y alojados en la unidad operativa de la Policía Federal sobre calle Ayacucho (entre Salta y Tucumán).
Tras este procedimiento, los investigadores de la PFA solicitaron allanar los domicilios de ambos detenidos.
En uno de ellos se incautó veinte gramos de clorhidrato de cocaína ya distribuida en las dosis destinadas a consumo.
También se secuestró dinero en efectivo, 60 mil pesos de diversa nominación, además de bolsitas plásticas para fraccionar la droga, balanzas electrónicas y elementos de corte y estiramiento. Dos cuchillos tipo navajas con rastros de la droga y dos teléfonos celulares completaron el arqueo de los procedimientos.
Prófugo por robo
De acuerdo a las voces contactadas por este Diario, uno de los detenidos (el de 45 años) registraba un pedido de captura activo de la jueza Correccional y de Menores 1, Marcela Leiva, de la Primera Circunscripción Judicial, que lo requería por haber sido condenado por el delito de robo en 2018.
Tras la sentencia y ratificación, el sospechoso -ahora como presunto cabecilla de una red de narcomenudeo- tampoco compareció a ninguna citación de notificación. Su cómplice en tanto, acarrea antecedentes por delitos contra la propiedad, entre otros problemas legales sin resolver.