Las copiosas lluvias y la crecida del río Iguazú provocaron una afectación relativamente moderada en la infraestructura turística de las Cataratas, según el relevamiento inicial realizado esta semana por la Administración de Parques Nacionales.
En ese análisis preliminar se contabilizaron 73 segmentos de pasarelas desplazados de su posición, debido a la fuerza y violencia de las aguas a su paso.
Sin embargo, hasta el momento, no se logró verificar con exactitud la actual condición de dichas pasarelas, que será lo que determine el grado de daños que produjo la creciente.
En tanto, en algunos segmentos se pudo visualizar que el sistema de amarres con cables de acero funcionó, manteniendo los segmentos en posición, pero aún queda por determinar el desempeño general de este sistema.
Por ello, habrá que esperar a que el nivel del río Iguazú baje a 4.500 metros cúbicos por segundo y permita visualizar el estado, condición y ubicación de los tramos desplazados.
Es que el caudal actual, cercano a los 6.000 metros cúbicos por segundo, y las incesantes lluvias impiden una evaluación más detallada y el sobrevuelo del dron.
En cualquier caso, adelantaron que la magnitud de los afectación es comparable a la registrada con la creciente de junio de 2014.
Cabe recordar que, aunque el Parque está abierto al público, el circuito Garganta del Diablo continúa cerrado hasta que se puedan reparar las pasarelas dañadas.