La del “Cementerio de los Elefantes” santafesino no fue precisamente la paz de los cementerios, sino más bien una guerra futbolística en la que River Plate, tras ir perdiendo por dos veces, rescató al menos un empate ante un Colón que aguantó todo el complemento con un hombre menos.
El partido disputado en el estadio Brigadier Estanislao López, por la novena fecha de la Zona A de la Copa de la Liga, fue muy disputado y por momentos “caliente”.
El “Sabalero” pegó de entrada con un gol de Rubén Botta a los 8 minutos, después de una formidable jugada por el carril derecho, pero a los 11 Miguel Borja lo igualó de cabeza (los locales reclamaron una infracción sobre el arquero).
Una mano de Milton Casco en el área, que el VAR revisó durante ocho minutos, le dio la oportunidad a Colón de volver a pasar al frente a los 26 con un tanto de penal de Botta.
Tras varias quejas locales por presuntas faltas recibidas pero no cobradas, el partido terminó de entrar en ebullición en tiempo de recuperación, cuando Stefano Moreyra fue expulsado por uso desmedido de la fuerza en un choque con Palavecino.
Dos integrantes del cuerpo técnico sabalero fueron expulsados también por las airadas protestas tras esa decisión del árbitro Nicolás Ramírez, que los dejaba en inferioridad numérica.
Si bien el complemento arrancó de cara para River, con otro gol de Borja que valió el 2-2, el “Millonario” no pudo hacer valer su hombre de más ni el asedio al que sometió a Colón, de forma que tuvo que conformarse con un empate que lo deja ahora en la segunda posición del grupo A con 17 puntos, uno menos que Independiente.
Por su parte, los de Néstor Gorosito llegan a 14 unidades y siguen peleando por evitar el hipotético descenso.