No hace mucho tiempo, en campaña y antes de su último viaje a Posadas, que el ministro de Economía de la Nación y candidato presidencial, Sergio Massa, anunció que iba a flexibilizar la obtención de dólares para que las empresas puedan cumplir con la importación de productos, destinos a la producción en la Argentina.
Con esa medida, se esperaba que varias industrias radicadas en Misiones pudieran retomar la senda laboral que, durante muchos meses, se vio interrumpida por la falta de insumos precisamente importados.
Una de las más afectadas fue la ensambladora de zapatillas Dass, que tiene una planta industrial en Eldorado y que no hace falta recordar la historia de altibajos que vivió en su estancia por la provincia.
Dass no es solo importante para Eldorado por la cantidad de empleados que tiene, sino también para Misiones por ser justamente una movilizadora de la economía en el Alto Paraná.
Ayer, tristemente, la Dass confirmó el despido de 15 trabajadores que si bien no tenían mucha antigüedad, habían sido incorporados con la presunta intención de ampliar la producción de pares de zapatillas, para cumplir con los contratos sellados con importantes marcas.
Es que los dramas para conseguir insumos e ingresarlos al país, producto de las limitaciones que sostiene el Banco Central hacia las empresas, sigue tan vigente como antes del anuncio de Sergio Massa.
Con justa razón, un empresario que tomó empleados con la mirada puesta en generar más productos se encuentra con el “cepo importador”, no querrá seguir pagando costos cuando no puede recuperar las inversiones. Y, en ese sentido, la Dass no es la única. En Misiones hay casos similares en la foresto industria, en el envasado plástico, en el papel, etc. En ese camino, lamentablemente, se puede esperar que los echados no sean solo 15 obreros en una empresa, sino muchos más los que pagarán el costo de las promesas incumplidas.