Alrededor de 150 familias del barrio Santa Clara I, II y III están siendo afectadas por la falta de agua potable. La problemática no es nueva, llevan más de 10 días sin el líquido vital y meses con el funcionamiento a medias de la bomba que provee el fluido a los tres sectores.
Como respuesta a la falta de solución al drama, los vecinos resolvieron este miércoles cortar totalmente la ex ruta 213, hoy avenida Alicia Moreu de Justo, frente al club El Brete.
El vocero de los autoconvocados explicó a PRIMERA EDICIÓN que “nos encontramos con un problema con la bomba, está quemada y estamos sin agua hace unos diez u once días”.
Alegó que una cooperativa que funciona dentro del barrio es la encargada de administrar la bomba y brindar el servicio a los vecinos, pero hoy no están presentes en el reclamo.
El hombre manifestó que “somos un barrio que está olvidado” y dio cuenta de que el tanque de agua tiene más de 40 años y “nunca fue arreglado, ni pintado”.
El reclamo apunta a una nueva bomba de agua, “una bomba buena”, advirtió el vecino. También piden un tablero y la refacción del añejo tanque. Y además, “pedimos una solución lo más pronto posible a una nueva perforación, hay un tanque para 150 familias”, alertó.
Drama constante
El vocero de los vecinos contó que este problema viene hace bastante tiempo y se acrecentó con la quemadura de la única herramienta que bombea agua para 150 familias.
Sobre cómo funciona el servicio de agua potable dijo que es todo un drama. “La bomba trabaja cinco horas para cargar el tanque y larga para arriba (Santa Clara I); carga otras cinco hora y larga al medio (Santa Clara II); y carga cinco horas y larga abajo (Santa Clara III)”.
“Una vez al día nosotros tenemos agua. En esa hora que viene el agua tenemos que cargar nuestros tachos”, lamentó.
A pesar de los intentos para juntar fondos y comprar una bomba nueva, no pudieron debido al alto costo de la misma. “Si no ponemos hoy la bomba es porque vale $700 mil, y piden una mínima ayuda por familia de entre 7 y $30 mil, varios vecinos colaboramos pero ni así alcanzamos”.
Como solución, reclaman la intervención del Ente Provincial Regulador de Agua y Cloacas (EPRAC), ya que es el encargado de controlar que la cooperativa barrial brinde el servicio vital. “Nosotros pagamos los impuestos, con los impuestos se paga a la gente que está administrando ahí, los camiones que se compraron, entonces les pedimos a ellos una solución”, reclamó.