Pasaron poco más de tres meses del asesinato a golpes del dueño de un bar en las afueras de Alba Posse, y dos meses de la recaptura del sospechoso de ese crimen, quien se había fugado de la comisaría. Tiene 33 años y se encuentra actualmente con prisión preventiva.
Según pudo saber este Diario el Juzgado de Instrucción 1 de Oberá a cargo del magistrado Pedro Piriz le dictó la medida por el delito de “homicidio simple”, al estar acusado de la muerte de Rubén Orlando Ayala (59), el pasado 14 de mayo.
El hombre tiene una causa paralela por la fuga de la comisaría de la citada localidad, de la cual huyó el pasado 8 de junio junto con otro preso, hasta que fue recapturado seis días después.
Su situación procesal más complicada refiere a lo sucedido en el bar del Paraje 9 de Julio, donde en la noche del segundo domingo de mayo último, atacó presumiblemente a patadas en la cabeza a Ayala, situación que le produjo hundimiento de huesos faciales, pérdida de masa encefálica y el deceso en el lugar.
Quien resultó víctima había estado en pareja con una mujer y esa noche ella se presentó en compañía de su nuevo concubino en el restó bar “El Momento”, propiedad de Rubén Ayala.
Si bien tenían denuncias cruzadas por amenazas desde noviembre de 2022, no dejaban de mantener un contacto que como mínimo era difícil de llevar.
Aparentemente la mujer y el hoy acusado llegaron al lugar en un jeep. Ella ingresó a buscar-comprar cigarrillos o a buscar alguna pertenencia. En ese momento comenzaron a discutir con Ayala. La actual pareja se interpuso y eso ofuscó a la víctima, desatándose una pelea entre ambos, según la investigación.
Intervino una cuarta persona en la escena y fue el hijo de la mujer, quien al tener una buena relación con Ayala vivía con él en el sitio. Aparentemente habría querido defenderlo del ataque y con un arma efectuó un disparo que le dio en el brazo al agresor.
Seguidamente escapó de allí llevándose el arma de fuego. Presumiblemente creyó que había matado al actual concubino de su madre.
El señalado como agresor de Ayala subió a su vehículo y condujo al hospital para que lo atendieran por la lesión de arma de fuego. Desde el nosocomio avisaron a la policía que había ingresado alguien con un disparo. En diálogo con el herido conocieron el hecho y tras dirigirse al paraje constataron que había una persona muerta.
Tras intervenir el Juzgado en turno fue ordenado que se incautara como prueba los calzados y el jean que tenía puesto el agresor, para que en una prueba posterior pudiera hacerse una pericia sobre las manchas de sangre y cotejar si estas eran de Rubén Ayala.
Por cuestiones de rigor, tanto al agresor como a la mujer le practicaron la prueba de parafina para conocer si habían disparado un arma. El joven de 20 años permanece prófugo.