Un recorrido del móvil de Crónica Televisión por el asentamiento en el espacio verde del barrio Iguazú terminó por revelar un contexto de pobreza extrema e historias de necesidades básicas insatisfechas a solo diez cuadras del centro de Leandro N. Alem.
Para colaborar con quienes menos tienen, entre los vecinos conformaron una huerta, crían gallinas y preparan alimentos para repartir, pero no siempre alcanza para todos. Al no contar con dinero para cocinar ni mercaderías, comenzaron una colecta y fueron sorprendidos por la solidaridad de la gente de todo el país.
Al mostrarse en un medio masivo de comunicación las carencias de las personas de este barrio, en pocos minutos comenzaron a llegar las donaciones a través de Mercado Pago y un CBU de uno de los referentes barriales, creado en ese momento frente a las cámaras. Fue así que, a 5 minutos de compartirse la cuenta, juntaron 1 millón de pesos y en pocas horas ya tenían más de 4 millones y medio de pesos.
Durante el recorrido por las precarias viviendas de madera, muchas de ellas con letrinas, se conocieron varias realidades familiares. En una de las casillas, un señor mayor de 70 años solo tenía para comer un paquete de salchichas podridas (estaban verdes).
En otro sector del barrio, Marcelo Lemes, una persona con discapacidad, que cobra una pensión mínima y llevaba días sin comer, relató al aire la tristeza de vivir así. Al compartir su historia en la televisión terminó descompensado en vivo, al igual que su esposa, y debieron llamar a un médico.

La realidad en el barrio
Juan Pablo Flores es el vecino que se encargó de conformar la huerta y cocinar para las familias que menos tienen. Ahora, es quien coordina la colecta solidaria, que sigue vigente. En comunicación con PRIMERA EDICIÓN, contó que este señor con discapacidad que se descompensó al aire “fue atendido porque vino la ambulancia, le midieron la presión mientras estuvimos todos presentes”.
Respecto a la colecta solidaria, que se generó de manera espontánea durante el recorrido por el barrio, explicó que se comunicaron de distintos puntos de la Argentina: “Hay gente que sigue llamando, buscando donar ropa o cosas”. En el caso de querer enviar las donaciones, aclaró que buscarán la forma de coordinar para que lleguen hasta Alem desde otros puntos del país.
Con más de 4 millones de pesos contabilizados hasta la tarde de ayer, fueron a comprar mercadería en un supermercado local para repartir entre los vecinos y también se organizan para preparar almuerzos comunitarios en el futuro.
Flores indicó que “me pongo como responsable para el barrio, donde vamos a seguir recibiendo esta colecta y vamos a organizarnos bien, para poder ayudar a todos”.
En este barrio, donde viven muchos niños y ancianos en condiciones muy precarias, “hay más o menos 25 familias que estamos en la parte de más abajo, aunque más arriba viven muchas más”, relató este vecino, Juan Pablo Flores.





