Un día más de amagues de medidas económicas, protagonizó ayer el Gobierno del presidente Alberto Fernández. En medio de la disparada de la inflación, la devaluación, los saqueos en algunas provincias y el reclamo sindical por mejores paritarias, tanto el mandatario como el ministro de Economía, Sergio Massa, encabezaron actos públicos pero evitaron concretar la información de las medidas que se implementarán para ayudar a los sectores más vulnerables.
Fernández estuvo en La Pampa y desde allí anticipó que Massa iba a realizar anuncios “…que dije que iba a tomar en favor de los sectores más vulnerables y que trabajan, y que han sufrido en desmedro en sus ingresos como consecuencia de la devaluación y la inflación”, indicó. Seguidamente, enumeró que “suponen una suma fija, una corrección en los ingresos de los jubilados, en la AUH y en la Tarjeta Alimentar, todos sectores que se han visto afectados con lo que ha pasado en la economía”. Pero lo único que hubo después fue silencio.
El candidato presidencial de UxP, fue a Rosario (en Santa Fe) y se comprometió a luchar contra la inseguridad y el narcotráfico. Pero desdijo a Fernández, al indicar que los anuncios serían dentro de 48 horas, es decir, a inicios de la semana que viene.
En el medio, el FMI volvió a enviar un mensaje a la Casa Rosada: “Será necesario un mayor control del gasto durante el período electoral, incluso para proteger el gasto social y de infraestructura prioritario”.
Entre idas y vueltas, se va un duro agosto económico para los argentinos que -además- siguen esperando la reacción que el Gobierno amaga con explicitar.