El informe preliminar de los forenses de la Morgue Judicial de Posadas determinó que María Elena Pinto murió por un infarto al miocardio.
La mujer, cuya edad no pudo ser determinada porque tampoco su familia halló su documento de identidad, fue encontrada el viernes de la semana pasada por la tarde en un yerbal de Los Helechos, en Oberá,, jurisdicción de la Unidad Regional II de la policía provincial.
Si bien restan análisis a las muestras que deberán pasar por laboratorio, la hipótesis de una muerte por un accidente cardíaco se acerca a la conclusión que podría determinarse en el Juzgado de Instrucción 1 de Oberá que durante la feria de invierno subroga Horacio Alarcón, juez de Instrucción 2 de la misma circunscripción.
El cuerpo en descomposición avanzada fue descubierto en un yerbal del paraje Bayo Troncho y la información se mantuvo en estricto silencio hasta el día siguiente.
El cadáver de la mujer, que se estima habría tenido más de 60 años antes de morir, fue encontrado sin brazos y piernas por un colono que transitaba por la zona de manera circunstancial.
El hallazgo fue a las 15.30 aproximadamente del viernes 14 de julio, pero el cuerpo llevaba muchas horas previas arrojado en ese sitio.
De inmediato fue alertada la comisaría de Los Helechos y tras las labores de los peritos de Policía Científica en el lugar, se ordenó que los restos fueran llevados a Posadas para el estudio de los integrantes del Cuerpo Médico Forense del Superior Tribunal de Justicia.
Los investigadores entrevistaron al joven de 28 años que descubrió el cuerpo cuando se dirigía a la casa de sus suegros. Este muchacho sostuvo que vio un bulto extraño y solicitó ayuda a sus familiares.
Poco tiempo después ya fueron varias las personas alertadas las que observaron los restos y coincidieron en que se trataría de María Pinto. Remarcaron además que la mujer no tendría domicilio fijo en el paraje Bayo Troncho pero que era vista deambular por la zona. Agregaron que era consumidora de bebidas alcohólicas.
Un presunto hijo de Pinto fue ubicado a pocos kilómetros del yerbal y llevado hasta el sitio para reconocer el cuerpo. El hombre de 45 años aseguró a los policías que se trataba de su progenitora pero que no tenía certeza de su edad porque nunca tuvo documento de identidad.
Los primeros análisis de los profesionales de la UR-II que trabajaron en el lugar no permitieron precisar ninguna hipótesis sobre lo sucedido y dieron aviso al juez Alarcón quien dispuso que el cuerpo fuera enviado a la Morgue y que los forenses determinen la causa de muerte.