La fracasada movida del exsenador Juan Manuel “Juanchi” Irrazábal para sacar al PJ Misiones del Frente Renovador e intentar presentar candidatos propios en las PASO (primero para acompañar a Daniel Scioli y después intentarlo con Juan Grabois), derivó hoy sábado en una asamblea de dirigentes con fuerza de congreso, quienes decidieron llamar a extraordinarias para el 15 de este mes y, así, tratar de echar al titular del partido.
“Esta es la primera vez en la historia, en 40 años de democracia, que el Partido Justicialista de Misiones no participa ni forma parte de un frente electoral y es pura responsabilidad de Irrazábal y de la mala decisión que tomó, movido por la especulación política”, dijo a PRIMERA EDICIÓN el candidato a diputado en las PASO y secretario general del PJ, Alberto Arrúa, presente en el encuentro de los justicialistas en el Club Sarmiento.
Para entender la importancia de la reunión, se destacó la participación de 53 congresales provinciales, 6 congresales nacionales y 6 consejeros provinciales, tal lo certificado por una escribana pública.
Además de Arrúa estuvieron el diputado provincial, Rafael Pereira Pigerl y la diputada electa Carmen Mendes Ason, ambos congresales nacionales. Arrúa fue quien -el miércoles último durante la presentación de los candidatos misioneros al Congreso de la Nación- había sido nombrado por Carlos Rovira, como “el próximo presidente del PJ”.
“Vamos a cambiar las riendas”
La encendida asamblea pejotista catalogó de “traición” a lo actuado por “Juanchi” Irrazábal. Puso en marcha todo el andamiaje legal de su estructura, a fin de concretar la estrategia para el cambio de autoridades del partido en la tierra colorada.
Así, comenzará a formalizarse a partir de este lunes, cuando se solicite formalmente la aprobación del congreso extraordinario. Para ello, también se pedirá la presencia de un veedor judicial (tanto al partido nacional como a la Secretaría Electoral) para que todo lo decidido tenga resultados internos.
“Solamente la Justicia es quien puede avalar los actos que llevemos a cabo, por lo tanto con un veedor judicial vamos a poder empezar a cambiar las riendas del PJ”, acotó Arrúa a este Diario.
El lunes, el Secretario general del PJ presentará los pedidos formales para que el 15 no haya sobresaltos en un aspecto trascendental.
“Vamos a poder cambiar las riendas del PJ que en la actualidad se encuentra en manos de un minúsculo grupo de personas que se enquistaron en el PJ y le hicieron daño”, aseveró el dirigente como vocero de los demás militantes.
“La palabra empeñada fue traicionada”
Como era de esperarse, la decisión del exsenador Irrazábal no tardó en desencadenar el crucial efecto dominó que concluiría con el Congreso de su destitución. “Tal es la voluntad de más del 80% de las autoridades partidarias”, dijo Alberto Arrúa y confirmó a PRIMERA EDICIÓN que se pidió al PJ la habilitación de la sede partidaria de avenida López y Planes, en Posadas.
Alberto Arrúa expuso en la charla con este Diario que el exsenador Irrazábal estaba usando el PJ como si fuera “un negocio inmobiliario que se puede ofrecer al mejor postor sin ningún tipo de responsabilidad ni ética”.
“De esta forma lo único que logró fue afectar a un grupo grande de compañeros, quienes confiaron en que las cosas se iban a hacer bien. Pero perjudicó a una gran mayoría, porque estos acuerdos políticos se basan principalmente en la palabra empeñada. No se puede decir una cosa y a los 5 minutos hacer otra”, cuestionó Arrúa.
Agregó: “Muchos compañeros confiaron en que se iban a hacer bien las cosas, pero salieron perjudicados por la falta total de responsabilidad de quien hoy es presidente del PJ”.
“Irrazábal descuidó a los compañeros y eso fue lo que más reclamaron las autoridades del partido. Les faltó el respeto y traicionó su decisión”, finalizó Arrúa.