Pasado, presente y futuro coexisten en un solo momento, que es ahora. El tiempo actual es lo más importante porque mediante tu frecuencia vibracional crea cada instante de tu vida.
El pasado es inestable y lo puedes cambiar ahora. ¿Te equivocaste? No te resistas, desapégate y cambia tu frecuencia por completo.
Hasta allí todo bien, pero resulta que también tienes un futuro infinito. Esto ocurre porque estamos en un campo cuántico compuesto de átomos.
La dinámica atómica establece que en los electrones que giran alrededor del núcleo se hallan las infinitas posibilidades de todo lo que existe en este Universo.
Esto implica que tú, solamente con la observación, puedes en este momento del ahora colapsar con tu frecuencia vibracional una de esas infinitas posibilidades.
Mediante el poder de tu palabra, puedes traerla a tu realidad ahora. Entonces. ¿Por qué elegir siempre lo mismo?
¿Sabes por qué lo has hecho? ¡Porque estás todo el día hablando de lo mismo!
Hablas de enfermedad, de abandono, de que no eres capaz de perdonar, de culpar a los otros.
Dentro de un campo de infinitas posibilidades, observas siempre la misma. Ese es tu error, pero puedes cambiar dicha observación ahora, en esta superposición de tiempos en la que en realidad vives.
Así pues, deja de mirar al pasado porque cada vez que lo haces casi siempre criticas y juzgas situaciones en las cuales te has sentido víctima o victimario.
Recuerda que las reglas para crear un futuro de infinitas posibilidades son simples:
No juzgues, no critiques, sal del papel de víctima y observa solamente lo que quieres.
Al principio deberás realizar un trabajo muy arduo.
Acepta la realidad en la que vives y ante lo que te desagrada, di: “Cambio esta parte de la realidad que no me gusta”.
Evita la queja porque con ella vuelves a construir lo que no quieres y lo sostienes.
Solamente observa lo que quieres. Es una práctica que requiere constancia y esfuerzo, pero no es difícil.