En medio de una profunda sequía que generó caída en la producción y las exportaciones, los integrantes de la Unión de Recibidores de Granos y Anexos de la República Argentina (URGARA), realizaron ayer una medida de fuerza por 24 horas y se complicó el funcionamiento de los puertos exportadores del país, especialmente en la zona del Gran Rosario. Según se informó, la protesta forma parte de un reclamo intersindical por un conflicto por un puerto en la ciudad de Buenos Aires y por el impuesto a las Ganancias.
La decisión de los recibidores de granos, como parte integrante, es acompañar orgánicamente el plan de lucha que lleva adelante la Federación Marítima Portuaria y de la Industria Naval de la República Argentina (FeMPINRA). Desde los mencionados ámbitos sostienen que es “arbitrario e intolerable” el proceder del Gobierno en relación a las medidas en torno al impuesto a las Ganancias.
“La huelga afectó absolutamente todos los puertos de Rosario. Están todos parados producto del paro de URGARA y la medida impide la carga de los buques”, dijo a Reuters Guillermo Wade, gerente de la Cámara de Actividades Portuarias y Marítimas, quien además a Infobae señaló que “por lo que estuve relevando, hubo un impacto por lo menos en todo lo que es el litoral fluvial, o sea, tenemos en San Nicolás, en San Martín, en Timbúes, etc. Y todos registraron el mismo problema, por 24 horas parados”.
Desde URGARA, expresaron a través de su cuenta en Twitter, que “como parte integrante y acompañando orgánicamente el plan de lucha de la FeMPINRA paramos por 24 horas todos los puertos del país, por las razones que los trabajadores conocemos día a día”.
Al respecto plantearon: “La realidad nos golpea de forma despiadada, y no tenemos otro recurso que la fuerza de nuestro trabajo y nuestra unión. Estamos hartos que no se cumplan los acuerdos firmados con el Ministerio de Transporte y el de Trabajo, para derogar el oprobioso decreto firmado durante el gobierno de (Mauricio) Macri que define la utilización de una sola terminal en el puerto de Buenos Aires”.
Y agregaron: “Además, nos resulta arbitrario e intolerable las medidas del Gobierno en torno al impuesto a las Ganancias. El salario no es ganancia, es retribución por la tarea realizada. Sentimos en nuestros bolsillos y nuestra calidad de vida, que ese absurdo impuesto que cae sobre los trabajadores, es sencillamente confiscatorio”.
Salarios en acopios
Días atrás los integrantes de la Unión Recibidores de Granos anunciaron que finalmente hubo un acuerdo con el sector empresarial, y se logró destrabar el conflicto en los acopios de granos, luego de realizar una medida de fuerza que se extendió durante 7 días, ante el reclamo de los trabajadores por la demora de la revisión del acuerdo y del Bono anual del año pasado.
Según se detalló en un comunicado, el gremio alcanzó con la Federación de Acopiadores y CONINAGRO un acuerdo paritario del 104% interanual. Además, se destacó que se reabrió una nueva etapa de diálogo que “permitirá constituir una mesa de trabajo para resolver todos los temas conflictivos que tenemos en la rama de acopio”, destacó Pablo Palacio, secretario general de URGARA.
De esta manera, el gremio logró un 34% de aumento no remunerativo, totalizando un 104% de aumento interanual. Por otro lado, se oficializó como parte del acuerdo un bono de $80.000, $92.000 o $100.000 (de acuerdo al tonelaje) ambos en 2 cuotas iguales (la primera el 20/4 y la segunda antes del 15/05). “El incremento adicional se paga de manera no remunerativa contemplando todos los adicionales de convenio (antigüedad, presentismo, horas extras, aguinaldo y vacaciones) pasando al básico en el mes de junio 2023 sirviendo como base de cálculo para nueva paritaria”, precisaron desde el gremio.
Expectativas
Comenzó una semana clave para la economía en la que se espera una masiva liquidación de divisas del agro de la mano de la nueva edición del dólar soja que opera desde el miércoles pasado y en apenas tres días no solo logró que el BCRA retome la posición compradora, sino que también ingresaron más de US$ 800 millones y se comercializaran poco más de 400.000 toneladas de la oleaginosa.
Según detallan desde el mercado, el tipo de cambio establecido hasta el próximo 24 de mayo de $300 por dólar, está agilizando las ventas del grano disponible y tentando a aquellos productores que están levantando la nueva cosecha. Aunque los precios en el mercado local no superaron los $105.000 por tonelada, la dinámica vendedera se despertó con fuerza a partir del jueves, y es por ello que el sector exportador aguarda una semana en la que se liquidarían alrededor de US$ 1.500 millones.
Para todo el mes de abril, los cálculos contemplan el ingreso de entre US$ 2.500 y US$ 3.000 millones. Hasta mediados de mayo podrían alcanzar los US$ 5.000 millones. Incluso el Gobierno apuesta a superar esa marca anunciada por las agroexportadoras y el objetivos sería alcanzar los US$ 6.000 millones con la comercialización de alrededor de 10 millones de toneladas.
Si bien el programa exportador debía comenzar el lunes pasado, a la espera de la reglamentación del Ministerio de Economía, que llegó el martes y la posterior apertura de las cuentas de los exportadores, terminó por arrancar formalmente el miércoles pasado.
A partir de este lunes se espera entonces una liquidación diaria no menor de los US$ 120 millones, algo que le sacaría presión al BCRA y le permitiría volver a acumular reservas. Solo con tres días de liquidación del campo, el Central logró cerrar la semana pasada con un saldo positivo de US$ 297 millones.
El BCRA venía de acumular más de 20 ruedas con saldo negativo como consecuencia de que el primer trimestre de este 2023 estuvo signado por la profundización de la sequía, con dos olas de calor muy fuertes y extensas que perjudicaron a los cultivos de soja y maíz. Durante ese período el ingreso de divisas del campo fue de apenas US$ 2,8 millones.
Hacia adelante el Gobierno busca de la mano del campo acelerar el ingreso de divisas de una cosecha de soja que ya se sabe será magra.
Según la última proyección de la Bolsa de Comercio de Rosario, el volumen cosechado sería de apenas 23 millones de toneladas y todavía puede haber más recortes en el mediano plazo.